El gran enemigo de Carlos Sainz en el Dakar, un crack al volante y con la escopeta

Pocos deportistas hay más peculiares que Nasser Al-Attiyah, el vigente campeón del Dakar, que tiene cuatro touaregs en su palmarés además de un bronce olímpico en tiro al plato en la modalidad de skeet. Lo consiguió en Londres 2012, porque su otra especialidad, además de los coches, es la puntería. Al-Attiyah se ha convertido en los últimos años en el enemigo número uno de Carlos Sainz en el desierto, donde ya ambos tienen una rivalidad que se puede considerar un clásico. Tanto si compartían equipo como si estaban en equipos diferentes, sus duelos entre las dunas son históricos, rueda con rueda intentando pasar por el mismo metro de tierra aunque estuvieran en mitad de la nada.

Estos días están luchando por el Dakar 2023 y la tensión está aumentando dentro, pero sobre todo fuera de la pista. Las decisiones de la Federación Internacional de Automovilismo sobre las limitaciones a los coches eléctricos, como el Audi de Sainz, primero enfadaron al madrileño, y la rectificación posterior del organismo ha levantado la ira del qatarí. Desde la etapa quinta, la de ayer, el Audi e-tron disfruta de 11 caballos más de potencia, lo que viene a dar la razón a Carlos y sus quejas que ironizaba sobre que, como él decía, los Audi no corrían tanto.

El que está molesto ahora es Al-Attiyah, que conduce el Toyota Hilux, por debajo en potencia de los equipos Audi y BRX. Algo que lejos de preocupar al príncipe del desierto lo único que hace es motivarlo. Y por eso respondió ayer con una brillante victoria de etapa en la que arriesgó muchísimo y mostró una gran velocidad. «Son etapas muy duras y ha sido difícil. Hemos atacado como locos y hemos arriesgado mucho después de la decisión de ayer (de la FIA). El otro equipo (Audi) tiene más potencia que nosotros, pero está bien, para eso está el piloto, para hacer la diferencia y eso es lo que he hecho yo, aunque parece que a algunos no les gusta que el piloto sea importante», decía en meta Al-Attiyah, que borró de sus redes sociales un ataque directo a la FIA. «Le dan más potencia a nuestro rival, menuda sorpresa. Gracias por terminar con el rally antes de tiempo», era el mensaje de Nasser, que borró rápidamente por miedo a ser sancionado por la Federación incluso con un castigo deportivo.

Al Attiyah, que es familia del emir de Qatar y por eso tiene la condición de príncipe, le metió casi dos minutos a Carlos Sainz (1:57), que se queda a 34:52 del liderato. «Fue una especial muy bacheada, con mucha hierba de camello, muy física. Tuvimos un impacto muy duro que me hizo bastante daño en el cuello, ha sido un día muy exigente para el cuerpo», reconocía tras admitir que no había notado para nada el aumento de potencia en su coche.

El susto de este jueves fue para Laia Sanz, que volcó y dio varias vueltas de campana al principio y destrozó el coche. Joan Barreda, en motos, tuvo una durísima caída que pudo dejarle fuera del rally. «Se me cayó la moto encima y me dio en la cabeza», reconocía el de Torreblanca todavía dolorido.