Juego sucio
Bolas chinas anales, el motor de Armstrong o penes de goma: las 10 trampas más surrealistas del deporte
Representan la cara más oscura del deporte pero forman parte de su historia casi tanto como las medallas, los pódiums y los goles.
Un nuevo escándalo ha vuelo a poner sobre la mesa el “juego sucio” en el Deporte. El mundo del ajedrez se ha visto sacudido por el mayor escándalo en años con inteligencia artificial y “bolas chinas anales” como sorprendentes protagonistas. La semana pasada, el campeón mundial de ajedrez Magnus Carlsen, se retiró de un torneo importante con un premio de 350,000 dólares después de su inesperada derrota ante el el joven de 19 años Hans Niemann. Carlsen anunció su retirada en un enigmático tuit con un video que daba a entender que Niemann había hecho trampa. Y el engaño no podía ser más surrealista: ¡Bolas chinas vibradoras para avisarle de los movimientos!.
Una polémica que se une a una larga lista de argucias que han empañado los valores deportivos. La búsqueda de éxito y reconocimiento lleva a algunos atletas a cometer todo tipo de fraudes en sus disciplinas, creyendo que nadie los descubrirá. Muchos de ellos fueron ”cazados” y apartados de la gloria.
Estos 10 de los casos más sonados de esta cara negra y vergonzante del deporte:
1. Escándalo en el Ajedrez
El campeón mundial de ajedrez Magnus Carlsen, se retiró hace unos días de un torneo importante con un premio de 350,000 dólares después de su inesperada derrota ante el joven de 19 años Hans Niemann. A partir de ese momento, se especuló con que el joven había utilizado una singular artimaña para lograr su victoria con un ordenador y unas bolas chinas vibradoras como protagonistas. Las sospechas aumentaron aún más cuando Niemann admitió haber hecho trampa dos veces anteriormente. La mecánica de la trampa sería simple: un cómplice que estuviera viendo en vivo el partido (como efectivamente se estaba transmitiendo), podría simular el juego real en una computadora y ver los movimientos de esta. Posteriormente, a través de las vibraciones, podría “avisar” al supuesto tramposo cuáles serían los movimientos sugeridos. Las bolas anales fácilmente pasarían cualquier control de seguridad.
Niemann ha negado con vehemencia haber hecho trampa contra Carlsen e incluso llegó a decir que jugaría completamente desnudo para probarlo. La teoría más creíble es que se hizo con el plan de juego de Carlsen antes de la partida.
2. Armstrong, el gran “fraude”
Lance Armstrong es uno de los grandes fraudes de la historia del Deporte sigue relacionándose con el dopaje ocho años después de que el estadounidense reconociera haberse dopado para ganar siete veces el Tour y fue despojado de todos sus títulos. Pero esta semana saltó una nueva bomba. Desde Francia se le acusa de haber cometido “fraude tecnológico”. Así se refleja en el libro “Dopage: Ma guerre contre les tricheurs” (“Dopaje: mi guerra contra los tramposos”), cuyo autor es Jean-Pierre Verdy, jefe de la Agencia Antidopaje Francesa entre 2006 y 2015, quien asegura que Armstrong utilizó algún tipo de motor en su bicicleta. El cronista francés Antoine Vayerrecolectó imágenes de archivo Lance Armstrong durante los distintos Tours y encontró un llamativo gesto que el ex ciclista realizaba antes de aumentar su velocidad considerablemente: tocaba la parte trasera de su asiento.
Sin embargo, este hallazgo no es algo nuevo. El conocido como dopaje tecnológico ya apareció en el Mundial de ciclocross disputado en la localidad de Zolder, en Bélgica. La propia UCI encontró un motor en la bicicleta de la ciclista Femke Van den Driessche.
3. Los penes falsos de Tysson y Licciardi
Mike Tyson es Uno de los boxeadores más icónicos, pero también muy conocido por sus trampas dentro y fuera del ring. El propio púgil ha revelado exactamente cómo usó un pene falso para poder pasar una prueba de drogas durante su carrera en el boxeo. Tyson ha relatado que apretaba sus muslos para enviar orina limpia a través del artilugio, una bolsa conectada a un tubo de plástico que se asemeja a un pene. El boxeador ha confesado que utilizó este sistema durante una época en la que estaba en pleno apogeo y tomaba regularmente marihuana y cocaína.En su podcast “Hotboxin‘, el ex campeón mundial de peso pesado confesó que usó la orina de su entonces esposa, Mónica Turner, e incluso de su hijo pequeño para evitar ser detectado.
Este mismo método fue usado por el fondista Devis Licciardi. El atleta pensaba tenerlas todas consigo pero un control antidopaje descubrió su secreto: usaba un pene falso que guardaba dentro de los calzoncillos y que contenía orina limpia para eludir los exámenes antidroga. El corredor, miembro del equipo Aeronáutica Militar y especialista en 3.000 metros fue “cazado” en 2013 durante el campeonato nacional en la ciudad de Molfetta, en la provincia Bari.
4. Carlos Kaiser – futbolista
La historia de este futbolista brasileño es digna de una película. Su carrera comenzó a mediados de los 70 en las divisiones inferiores del Botafogo. De ahí pasó por 11 equipos distintos gracias a recomendaciones de sus amigos futbolistas; sin embargo, Carlos Kaiser nunca jugó un partido como profesional, alegando lesiones para no disputar ningún encuentro.
5. Rosie Ruiz: la maratoniana del Metro
Seguramente sea una de las trampas más recordadas de la historia. La ‘atleta’ cubana Rosie Ruiz ganó el maratón de Boston en 1980 en un tiempo récord: 2 horas 31 minutos, el mejor en la historia de la competición. Rebajó 25 minutos la marca que había obtenido seis meses antes en la maratón de Nueva York, lo que provocó las sospechas de la organización y del resto de corredoras. Al final, se demostró que había utilizado el metro a mitad de la carrera.
Ruiz inició la carrera pero no completó el recorrido, usando el metro para tomar ventaja y llegar a la meta. Por supuesto, fue despojada del título. Rosie no aparecía en esas listas de control, ni en las cintas de vídeo ni en ninguna de las cerca de 10.000 fotografías tomadas a lo largo de los primeros 40 de la carrera. Dos estudiantes de Harvard aseguraron que la vieron integrarse a la carrera cerca de Kenmore Square, aproximadamente a 1,6 kilómetros de la meta.
6. Tonya Harding y Nancy Kerrigan: Rivalidad enfermiza
Su rivalidad fue tan grande que superó todo límite. Tonya Harding era una de las patinadoras más importantes a principios de los 90, teniendo a Nancy Kerrigan como su principal rival. En enero de 1994, Kerrigan sufrió un ataque donde intentaron romperle una pierna y, aunque no lograron el objetivo, sí sufrió lesiones que la obligaron a retirarse del campeonato nacional, ganado por Harding. Meses después Tonya confesó tener conocimiento del suceso: su marido y guardaespaldas había contratado a un matón para que llevara a cabo el brutal ataque. La patinadora fue suspendida de por vida.
7. Un boxeador con puños de yeso
Este hecho que avergonzó al deporte de los guantes ocurrió el 16 de junio de 1983. El boxeador Luis Resto tuvo un triunfo claro ante Billy Collins Jr. Sin embargo, como las heridas en el rostro de Collins eran muy graves para un pugilista del peso ligero, se investigó y se descubrió que Resto había utilizado un vendaje endurecido con yeso.
8. La mancha más negra del deporte español
El equipo de baloncesto de la Real Federación Española de Deportes para Discapacitados Intelectuales presentó un ‘equipazo’ en los Juegos Paralímpicos de Sidney 2000. España ganó el oro, pero el problema es que se demostró que todos los jugadores españoles, menos dos, no tenían ningún tipo de discapacidad intelectual.
9. Un interruptor mágico en esgrima
Boris Onischenko, pentatleta ruso que competió en varios Juegos Olímpios, pasó a la historia por su famosa trampa durante los JJ.OO. de Montreal en 1976. A Onischenko le descubrieron un interruptor eléctrico en su florete. El mismo marcaba tocados a sus rivales en pruebas de esgrima.
10. La atleta alemana que resulto ser un hombre
Es uno de los casos más recordados de la historia. Durante los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, la atleta Dora Ratjen representó a los alemanes y terminó cuarta en la prueba de salto de longitud. Dos años después, participó en el Europeo de Viena, logrando el récord mundial en esta disciplina. Sin embargo, confesaría que su nombre no era Dora, sino Hermann Ratjen y que se había hecho pasar por una mujer porque la obligaron los nazis.
En 1939 fue arrestada por las autoridades y la obligaron a devolver su medalla. Después del incidente, cambió su nombre a Heinrich y vivió el resto de su vida como hombre, al frente de la taberna de sus padres.