Liga Europa

El sueño europeo del Villarreal que puede hacer realidad Unai Emery

El conjunto amarillo busca en la final ante el poderoso Manchester City su primera Europa League, un torneo que el técnico vasco ya ganó tres veces con el Sevilla

Una Emery golpea a la pelota en el último entrenamiento del Villarreal antes de enfrentarse al Manchester United en la final de la Liga Europa
Una Emery golpea a la pelota en el último entrenamiento del Villarreal antes de enfrentarse al Manchester United en la final de la Liga EuropaAdam WarzawaAgencia EFE

El de esta noche en el Arena Gdansk es uno de esos partidos que iguala a todas las generaciones de aficionados de un club. No importa ser el socio número uno o el recién llegado porque nadie ha visto al Villarreal levantar un gran trofeo continental. Y eso es lo que pueden conseguir hoy los amarillos, que se estrenan en una final europea nada más y nada menos que ante el Manchester United. El indiscutible gran favorito al título desde el primer día y un equipo con una plantilla llena de futbolistas de muchísimos quilates. En definitiva, un club de Champions que está en plena reconstrucción con Solskjaer y que es el gran obstáculo para que se cumpla el sueño amarillo.

Es un reto, pero no va a ser fácil pinchar el globo de la ilusión del submarino amarillo, que siente de verdad que el fútbol les debe una alegría después de haberlos dejado en el pasado en el escalón previo a la gloria. La espina más profundamente clavada es el recuerdo de las semifinales de Champions de 2006, aquel partido de vuelta en el que Riquelme tuvo el lanzamiento de penalti que empataba la eliminatoria y la llevaba a la prórroga. Lehman, portero del Arsenal, detuvo ese balón y, de paso, los corazones de la grada del entonces El Madrigal. Era el Villarreal de Pellegrini y de los argentinos, además de Riquelme, Barbosa, Sorín y Arrubarrena.

Es verdad que los castellonenses han ganado la Copa Intertoto, pero aquel invento de la UEFA nunca pasó de ser un torneo menor sin el rango del que hoy tienen en juego. En la Liga Europa tres veces habían llegado a las semifinales, una ronda que volvió a ser el límite por culpa del Valencia de Rafa Benítez, el Oporto de Falcao, que hizo cuatro goles en el 5-1 del partido de ida, y el Liverpool de Jürgen Klopp, que en 2016 caería después en la final ante el Sevilla de...

Sí, de don Unai Emery, el dueño y señor indiscutible de esta competición desde el banquillo. Si alguien conoce el camino hacia el éxito en la Liga Europa es el técnico vasco, que ganó tres consecutivas entrando de manera directa en la historia del Sevilla. En 2019 llegó a una cuarta final con el Arsenal, pero ahí se le rompió la magia y cayó con claridad ante el Chelsea en el que fue el último partido de Hazard con los «blues» antes de marcharse al Real Madrid.

A Emery lo reclamó el Villarreal para que hiciera lo que ha conseguido este curso: ir más allá de donde el club había llegado antes. Esa aldea irreductible de sólo 51.000 habitantes está en las manos de Emery y de una plantilla que aprovechó el desmantelamiento del Valencia para reforzarse con dos futbolistas clave: Coquelin y Parejo.

La temporada ya es buena, y puede ser inolvidable si se acaba levantando el título, aunque para eso tendrán que ganar al favorito indiscutible, que amenaza con Bruno Fernandes, Rashford, Pogba y Cavani en el once titular y que tiene lujos en el banquillo del tamaño de Van de Beek. El Villarreal está clasificado para la Conference Cup, el nuevo torneo que ha creado la UEFA, pero una victoria esta noche en Polonia no sólo le lleva al título que tanto desean sino que además le garantiza un puesto en la Liga de Campeones. Ya lo dice Trigueros: «El partido más importante de nuestra vida».