Ronaldinho, tras los pasos de Maradona

La vida de Ronaldinho Gaucho nunca fue un ejemplo a seguir. El crack brasileño disfrutaba tanto dentro del campo como fuera y desde su retirada su vida disipada lejos del césped se ha multiplicado. Los últimos episodios en la vida de Ronaldinho han provocado que una parte de su entorno más cercano esté muy preocupado con lo que puede suceder con su vida. Desde la detención del año pasado en Paraguay hasta el fallecimiento de su madre, Doña Miguelina, por coronavirus la vida de Ronaldinho se ha convertido en un exceso constante. “Cada día es una fiesta. Comienza a beber por la mañana. Bebe vodka, whisky y ginebra y sólo deja de hacerlo ya la mañana siguiente. No es algo que haya surgido ahora, pero todo ha aumentado desde la muerte de su madre”, aseguran conocidos del ex futbolista en el periódico brasileño Extra.

La muerte de Doña Angelina el pasado 21 de febrero ha convertido la vida de Ronaldinho en un caos permanente. El covid-19 le arrebató a la persona que más quería en el mundo y su casa se ha convertido en un centro de fiesta permanente. “Hizo una gran fiesta de Nochevieja y varios amigos de Río fueron allí porque se siente muy solo en el inmenso lugar en el que vive. Hace barbacoa, baila, siempre se pasa...”, aseguran. Ronaldinho logró regresar a Brasil después de abandonar la prisión en la que estuvo en Paraguay por utilizar pasaportes falsos. Desde entonces reside en Porto Alegre, en Rio Grande do Sul, donde se siente solo y abandonado. La situación recuerda a la que atravesó Maradona en diferentes etapas de su vida. “Vive en una fortaleza con todo lo que necesita. Ronaldo tiene un corazón inmenso y se esfuerza por ser generoso con sus amigos. Pero no todos son amigos de verdad y veo que se esté haciendo mucho daño“, lamenta otro amigo. Una afirmación que se podría extraer de cualquier página de la biografía de Diego Armando Maradona. Una de sus acompañantes habituales es Jessica Castro y en sus redes sociales es habitual que suba imágenes de barbacoas en la residencia de Ronaldinho y noches con abundancia de comida japonesa y alcohol. La propia Jessica Castro lo define como “orgías gastronómica”.