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El virus woke amenaza los estudios de literatura inglesa

La vulnerabilidad al extremismo identitario estadounidense ha hecho que los profesores tengan miedo a enseñar a Joseph Conrad o 'Los cuentos de Canterbury' porque pueden ofender a su alumnado
Dibujo de William ShakespeareDreamstime
La Razón
  • Sofía Campos

    Sofía Campos

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"El inglés parece un perro moribundo a punto de ser sacrificado", expra gráficamente un joven profesor universitario de literatura inglesa en el diario The Telegraph. En la última década, ha emergido una fuerte obsesión académica centrada en la subjetividad, la identidad personal y la descolonización, que ha transformado profundamente la enseñanza y percepción de la literatura. Una académica describe esta tendencia para el diario The Telegraph como "la autoinmolación de la literatura inglesa", señalando que ha llegado a tal punto que aquellos que no se adhieren a estas ideas temen enseñar autores como Joseph Conrad o partes de 'Los cuentos de Canterbury', por miedo a ser considerados ofensivos.
"La cuestión no es la progresía en sí, sino por qué la literatura inglesa es vulnerable al extremismo identitario estadounidense, algo que otras disciplinas no han experimentado de la misma forma", explica dicha académica. "En el pasado, los estudiantes más brillantes podían estudiar literatura inglesa y luego aplicar sus habilidades críticas y analíticas en áreas como el derecho, pero ahora se ve como una disciplina que permite a los estudiantes dedicarse a su propio autoconocimiento durante tres años. Ha perdido su rigor intelectual".
Universidades regionales como Bangor y Aberystwyth atraviesan una crisis, enfrentándose a grandes dificultades para atraer estudiantes. Sin embargo, hay quienes sostienen que la influencia de las actuales disputas culturales ha sido exagerada. "La literatura siempre ha sido interpretada desde una perspectiva ideológica, con supuestos tácitos sobre lo que era importante o valioso", comenta Fulford. “Por ejemplo, Leavis luchó por reconocer el valor académico de autores como Jane Austen y George Eliot”.
Por otro lado, algunos argumentan que la retórica gubernamental reciente ha perjudicado seriamente la percepción de la literatura inglesa como una disciplina valiosa. "Mientras que otras materias han recibido un respaldo significativo, la literatura y las artes rara vez reciben apoyo por parte de los conservadores", señala un profesor. "Cuando Rishi Sunak sugirió que todos los estudiantes deberían estudiar matemáticas hasta los 18 años, incluso el departamento de matemáticas de nuestra universidad consideró esa idea absurda".
"La literatura requiere un enfoque en los matices", dice un profesor de una escuela privada. "Sin embargo, los estudiantes tienen más dificultades para captar la ironía y el humor. La única manera de aprender esto es leyendo una cantidad suficiente de libros". El uso excesivo de las redes sociales también juega un papel determinante. "Antes los niños se sentaban con un libro, pero ahora prefieren pasar el tiempo en sus teléfonos", comenta Zainab Kar, directora de inglés en la Riverside School de Barking. "Y los padres tampoco dan el ejemplo".
Algunos educadores apuntan a las reformas introducidas en 2017 por el responsable gubernamental de Educación, que pusieron un mayor énfasis en la literatura británica del siglo XIX, como un factor que ha influido en la enseñanza. Los exámenes, según David Duff, presidente de la English Association en 2022, se han vuelto "aburridos". "'El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde' es una novela horrible: la mayoría de los adultos ni siquiera la han leído. ¿Por qué exigir que los adolescentes lo hagan?", comenta Maxwell, quien da clases particulares de inglés. "El enfoque es tan formal que incluso se desalienta a los estudiantes a compartir sus propias opiniones."
Esto tiene un impacto particular en los estudiantes británicos blancos, que obtienen peores resultados que otros grupos en los exámenes. "Los niños británicos blancos de clase trabajadora son los que peores resultados obtienen en los exámenes", observa Kar. "Me sorprendería encontrar a un niño británico blanco estudiando inglés en el nivel A en nuestra escuela, ya que la mayoría de los estudiantes provienen de familias afrocaribeñas, cuyos padres suelen estar más involucrados en su educación".
Este sesgo también afecta al género, trascendiendo clase y etnia. Maxwell, quien asistió a la Dame Alice Owen's School en Potters Bar, menciona que en su clase de nivel A solo había cuatro chicos entre 25 estudiantes, y que de los ocho miembros de su grupo de tutores en Pembroke College Cambridge, todos eran mujeres. "Las chicas tienden a madurar más rápido y quizás tengan una mayor comprensión de la ambigüedad, lo cual es esencial para estudiar inglés", reflexiona. 2Hoy en día, querer tener la respuesta correcta parece más propio de un enfoque masculino".
Claramente, el el estudio universitario de la literatura enfrenta una crisis existencial. Como señala un académico: "Si la literatura inglesa no recobra su relevancia, dentro de diez años podríamos no tener siquiera títulos en esta disciplina".