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Minerva, la diosa que nos enseñó a pactar hasta con nuestro cuñado

Assumpta Serna debuta en las ruinas de Mérida con una versión de la vida de esta romana estoica que firma junto a Scott Cleverdon
Jesús G. FeriaLa Razon

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Minerva es la diosa de casi todo: de la sabiduría, la estrategia, la guerra, la filosofía, la educación, la civilización, el arte, la justicia, el Estado, las ciencias, la navegación, la medicina, la habilidad, los héroes, la victoria, el coraje, la industria, los inventos, la fuerza, el comercio, la magia, el desarrollo, los oficios, la paz... El «alter ego» de lo que sería Atenea para la mitología griega. Patrona de los artesanos y una de las tres «patas» de la Tríada capitolina, junto a Júpiter y Juno.
También protege Roma; y no solo Roma: entre otros lares, hace lo propio con Madrid. La vemos imponente en la cima del Círculo de Bellas Artes. Allí está su figura, a casi 60 metros del suelo, moldeada por Juan Luis Vasallo, responsable de imaginarla con seis metros y medio de altura, 3.000 kilos de hierro y armada con una lanza de ocho metros. Desde el CBA mira de tú a tú a otro emblema del centro de la capital, del mismo cruce, del choque entre Gran Vía y Alcalá: la escultura de la Victoria Alada del edificio Metrópolis, de talla muy similar. Pero esta no es una historia de dos, sino solo de la primera. Nike no llenará estos días el Teatro Romano de Mérida; y sí lo hará Minerva de la mano de Assumpta Serna.
La actriz protagoniza y firma un texto que da un paso más allá del mito y se mete en el lado más privado de Roma: una familia de arquitectos que construyeron el Coliseo, la autora que llenó los teatros de Hispania, el abogado que mejoró la organización del Imperio y el escultor que ayudó a recordar su gloria. Mientras habla de su Minerva, Serna repite constantemente tres palabras, «amor, familia y legado».
Ahí reside la clave de una función que ensalza «el valor de una mujer que lucha para que dentro de su familia se tracen pactos», cuenta de una diosa que hasta terminaría con las discusiones de cuñados en la cena de Navidad; una mujer que luchó por «una libertad en la que todo el mundo pueda hacer lo que quiera»; una figura del siglo I «que tiene mucho que enseñarnos hoy, como que cada decisión tomada desde el amor será más duradera que si se hace desde el ego. Todo ello te llevará a no quedarte solo y a vivir sin una mochila de culpabilidad».
Llega, así, a Mérida la historia de una mujer «sabia», presentan, y de su familia, el legado de un imperio y la religión incipiente que creció dentro de él, todo lo cual formaría los cimientos del mundo que conocemos hoy. Minerva es «progresista, abierta a otras culturas, celebra las diversas sexualidades y cree en la igualdad entre mujer y hombre en la sociedad: herejía en su día. Es una inteligente y respetable mujer romana adelantada a su tiempo, que perdió a su hija, adoptó a su nieto, liberó a su esclava y su familia creó un legado escrito en piedra».
Una mujer romana estoica que intenta liberarse de las pasiones negativas que dominan el alma reflexiona sobre el legado de un Imperio y sobre la religión incipiente que creció dentro de él, forjando los cimientos del mundo que conocemos hoy.
  • Dónde: Teatro Romano de Mérida. Cuándo: del 20 al 24 de julio. Cuánto: desde 13 euros.