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Mikel Erentxun: «Esta corrección política y moral me da pereza»

Acaba de lanzar «Septiembre», disco que suena a los 70 y en el que le canta «a mis sentimientos»
Mikel Erentxun lanza 18 nuevas canciones con "Septiembre"
Mikel Erentxun lanza 18 nuevas canciones con "Septiembre"Warner Music

Madrid Creada:

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Nos recibe en una sala tocando el piano. Cada minuto cuenta para Mikel Erentxun si hay un instrumento cerca. Le proponemos cambiar la entrevista por dejarlo tocar, escucharlo desde una esquina. Él sonríe, se traslada a un sofá cercano, y comienza a hablar de «Septiembre», su nuevo disco. Tras tres años de composición y otro de grabación y preproducción, ve la luz un álbum que salió a la venta el mes pasado: «Ha sido una coincidencia bonita. Septiembre es mi mes favorito. Efectivamente, es raro, de transición. Para los que vivimos en el Cantábrico, es el mes de las mareas vivas. Es radical, pero tiene un poso melancólico con el que me identifico mucho», explica.
Entonces, no está de acuerdo con Green Day cuando cantaban «Wake me up when September ends».
(Ríe). Ellos tenían una versión de septiembre muy negativa. De pequeño quizá era un bicho raro, pero me encantaba el colegio, y ese es el mes en el que empezaba. Un amigo decía que es un mes como Dios manda, y totalmente de acuerdo. Todo lo bueno pasa en septiembre. Los años deberían empezar ahí.
Son 18 nuevas canciones, ¿a qué le canta?
Desde hace varios discos me gusta hablar de mí, de lo que acontece a mi alrededor, de mis sentimientos. La muerte de Pau Donés me marcó mucho, y le he dedicado «Pensando en ti». Nuestra hija de 14 años se fue a estudiar a Minneapolis, nos dio mucha pena, y le escribí «Oh, Siena». Es sobre mi universo sobre lo que me gusta hablar.
¿Echa de menos a Pau Donés?
Perdí un amigo. Musicalmente hablando, era un tipo muy grande, con una energía desbordante, con unas ganas de vivir terribles, y con unos discos maravillosos. El mundo de la música tuvo una gran pérdida, y sus amigos aún más.
Es extraño ver un disco con tantas canciones, cuando el consumo cada vez es más rápido.
Efectivamente, pero yo ya soy un viejo dinosaurio. Siento que navego a contracorriente. Hacer un disco con estas características no se lleva, pero a mí me gusta. Al público que me sigue le gusta eso, y cuido esos detalles. La mayor parte de la gente lo va a escuchar en malas condiciones, y probablemente durante muy poco tiempo. Pero son los tiempos que toca vivir, y contra eso uno no puede luchar.
¿Qué opina sobre la cultura del «single»?
Tiene sus cosas buenas. En los años 50 y 60, Elvis o los Beatles vivían de «singles». Pero entonces duraban mucho tiempo. Ahora es demasiado inmediato. Un disco es un esfuerzo de muchos meses, años incluso, y da pena que para mucha gente sea algo breve.
¿Busca rescatar la esencia de la música de antes cuando se sienta ante un nuevo proyecto?
Mis discos, y este en concreto, tienen un pie en el presente y otro en el pasado. Ese equilibrio es como quiero sonar.
¿Del futuro ni hablamos?
Me gusta mirar a él a corto plazo. La vida hay que vivirla de una forma intensa, y para ello hay que vivir el presente. En eso, Pau Donés era el maestro, aprovechaba cada minuto. A lo mejor te tiene que pasar algo como lo que le ocurrió a él o a mí. Yo hace 10 años tuve una cardiopatía importante, y mi vida cambió. Ahora tengo una lectura del día a día distinta, y soy más feliz.
"Las críticas, si están bien hechas, siempre son constructivas. No hago caso a lo insultante"Mikel Erentxun
Durante la pandemia parecía que íbamos a aprender eso.
Salió a flote el lado más humano de todos. Salíamos aplaudir al aire en honor de los sanitarios, y qué buena es la policía... Pero hemos vuelto otra vez a silbar a la sanidad pública porque no me dan cita. Es una pena, hemos perdido la oportunidad de ser mejores personas.
Ha compuesto el disco a partir del piano, en lugar de la guitarra, ¿qué ha aprendido?
Muchísimo. Después de 27 discos escritos con guitarra, esto me ha llevado a caminos nuevos. De repente, las melodías son distintas. Tras 40 años de profesión, se me abren nuevas oportunidades y retos, y eso es fundamental para un artista que quiere innovar y no repetirse, porque hacer toda la vida el mismo disco es respetable, pero en mi caso terrible.
¿Le importa lo que opinen de usted?
Relativamente. Estoy por encima del bien y del mal. Las críticas, si están bien hechas, aunque sean malas, siempre son constructivas. No hago caso a lo insultante.
El artista Mikel Erentxun
El artista Mikel ErentxunWarner Music
¿Qué opina sobre las cancelaciones a obras de hace años?
Es lamentable. Estamos llegando a unos niveles terribles. Parece una censura sobre lo que es moralmente correcto, y para mí es exagerado. Si nos ponemos así, todo el rock and roll de los 50 habría que anularlo, porque lo podríamos tachar de machista. Esta corrección política-moral me da bastante pereza.
¿Cómo define la moral?
Es fundamental, el respeto y la tolerancia son muy importantes. Cada canción se escribió en un contexto, y yo no tocaría una coma de ninguna letra mía. Cada persona es y ha sido un mundo.
El disco suena mucho a los 70.
Es el periodo musical que me emociona y motiva. Es raro que un disco actual me emocione tanto como uno de los Beatles. Tuve la suerte de crecer escuchando a Elton John, Bob Dylan, Led Zeppelin, The Who, The Doors...
¿Es una época que pueda volver a suceder?
Es imposible. Estamos perdiendo esas referencias. Queda Dylan, McCartney, Mick Jagger... Cuando se vayan, ya no habrá sustituto. La música ya no produce artistas con el carisma suficiente para trascender. (Termina la entrevista, y vuelve al piano, a seguir tocando).