Muere por eutanasia el cineasta Jean-Luc Godard

El cineasta franco-suizo Jean-Luc Godard, uno de los miembros más influyentes de la Nouvelle Vague y fallecido hoy a los 91 años, recibió la eutanasia en Suiza, según informa ha informado la prensa. El mundo del cine se despide del creador de “Vivir su vida”, “La Chinoise” o “Adiós al lenguaje”, así como de un director que se ha alzado como uno de los grandes de la historia gracias a su acidez crítica y por la poesía de sus imágenes.

Su primera película fue “À bout de souffle”, con guion de François Truffaut y que protagonizaron Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg. Ya desde este primer largometraje Godard ofreció una innovadora manera de filmar, lo que supuso una revolución gracias a sus técnicas, hasta entonces, poco ortodoxas, como era el rodar cámara en mano o utilizar el estilo documental.

En 1960 llegó su segunda cinta, “El soldadito”, protagonizado por Anna Karina, actriz con la que se casó al año siguiente y que aparecería en otros de sus proyectos. A partir de entonces, Godard comenzó a formar su figura como padre de la Nouvelle Vague, sea como actor, director o productor. En este sentido, destacan “Banda aparte” o “Pierrot el loco”, cintas aclamadas por la crítica.

Si bien nunca logró ningún premio en el Festival de Cannes, sí triunfó en el de Berlín, ganando el Oso de Plata, o en la Mostra de Venecia: en este certamen Godard se alzó con el premio especial del jurado y el de la crítica por “Vivir su vida”, así como con “Alphaville” ganó su segundo Oso de Oro.

Provocador eterno, Godard nació en París en 1930, donde terminó los años de escuela y encontró, alrededor de 1950, un hábitat especial en los clubs de cine, donde se reunían intelectuales que estaban floreciendo en la época en la capital francesa tras la guerra. Conoció al crítico André Bazin, así como a futuros compañeros directores como Truffaut, Claude Chabrol o Jacques Rivette, así como comenzó a escribir en revistas de cine, como fue el caso de “Cahiers du Cinema”.

Fueron, de hecho, estos cineastas quienes, junto a Godard como principal en el movimiento, comenzaron a trabajar en contra de lo que Truffaut llamaba “cine de papá”. De esta forma, rompieron con las convenciones existentes instaurando la Nouvelle Vague, que irrumpió en el panorama de entonces como una ruptura y revolución técnica y artística. Todo ello, con el fin de mostrar el mundo tal y como es, en lugar de caer en imágenes ficticias que ofrecían los estudios convencionales. Asimismo, ofreció una gran espontaneidad en los actores, inédita hasta entonces.

De esta manera, el cineasta demostró su tono inconformista y crítico desde sus inicios, reivindicando figuras como Humphrey Bogart y consolidando un estilo de grabación aparentemente improvisado, pero con un cuidado extremo. Asimismo, fue autor de las películas más politizadas de los años 60, considerándose el título “Al fin de la escapada” su primer gran triunfo internacional. Por su parte, “Week-end y “El desprecio” son otras de sus obras en las que destacó su comentario incisivo, radical y político.