Cantabria rehabilita sus tres iglesias góticas singulares

Cantabria quiere poner en valor sus tres iglesias góticas singulares y hoy ha anunciado la licitación de las obras de restauración de la capilla de Corro, así como la consolidación de la estructura amurallada de la fachada norte de la iglesia de Santa María de los Ángeles, en San Vicente de la Barquera, con un presupuesto 380.882 euros. Pero ¿sabes que una de ellas es conocida como El Escorial de Cantabria?

Un paso más dentro de lo que es un proyecto mucho más ambicioso que es, precisamente, rehabilitar las tres iglesias, que son símbolos del patrimonio cultural y eclesiástico de la región.

Las tres iglesias góticas singulares de la región son la de Castro Urdiales, Laredo y San Vicente de la Barquera y en las tres se están ejecutando obras de mejora o se van a llevar a cabo. Todos los trabajos han contado con la financiación de los fondos Next Generation, según ha indicado el Ejecutivo autonómico.

En cuanto a la rehabilitación y restauración del monumento de San Vicente de la Barquera, la actuación abarca mejoras en las fachadas orientadas al norte del cuerpo medieval, las fachadas de las capillas de Las Ánimas, del Cristo, de los Dolores y de la familia Corro. Además también se llevarán a cabo obras de mejora en los pavimentos interiores, a excepción del cerámico que no se tocará, y se rehabilitará la reja y los solados colocados en el acceso de la iglesia.

Dedicada a Nuestra Señora de la Concepción y a San Antonio, en recuerdo de su patrocinador, esta capilla fue construida en 1521, según se puede leer en la inscripción en una losa colocada a la entrada del templo.

Su promotor fue Antonio del Corro, inquisidor de Sevilla, natural de la villa de San Vicente. Destaca de su su interior las imponentes esculturas góticas de alabastro que representan a los padres del inquisidor Juan González del Corro, conocido popularmente como "el Bermejo", y María González de Herrera, que fueron realizados cuando se abrió la capilla en 1521. J

Junto a ellos, se encuentra el sepulcro de don Antonio del Corro, único ejemplo en Cantabria de escultura que siga este tipo de doblez en forma de codo, ya que entre los bultos funerarios se impuso el modelo yacente y, sobre todo, el de orante, imitando al que los Leoni realizaron en El Escorial. Es por este motivo por el que la capilla del Corro es conocida como "El Escorial de Cantabria".