Los Picassos que levantaron polémica por exponerse en el baño de mujeres de un museo son falsos
La comisaria de la muestra, Kirsha Kaechele, revela la estrategia de años que le llevó a tomar esta atrevida decisión
Madrid Creada:
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Fue en abril cuando un museo australiano decidió colgar unos Picassos en el baño de mujeres. El Mona, Museo de Arte Antiguo y Nuevo de Hobart, incumplía, según el Tribunal Civil y Administrativo de Tasmania, la Ley estatal contra la Discriminación al no permitir el acceso a los hombres a una de las exposiciones. Todo alrededor de una idea que era provocadora, pues se trataba de una muestra que solo pudiera ser visitada por mujeres, tratando de darle así la vuelta a la desigualdad hacia la mujer a lo largo de la historia. La exposición se llamaba "Ladies Lounge" ("Salón de damas"), pero finalmente fue cancelada tras la denuncia por parte de Jason Lau, un visitante que decidió denunciar argumentando que había pagado el precio completo de la entrada sin que nadie le advirtiera que había una sala a la que no podía entrar. Pero esto no amilanó al museo, sino que Kirsha Kaechele, artista y comisaria de la exhibición, dio un paso más allá y decidió trasladar las obras de arte a un baño de mujeres, al que tan solo tienen acceso ellas. Y la polémica se sirvió al ver a dos Picassos expuestos sobre retrete y lavabo.
"Nunca antes habíamos tenido baños femeninos en Mona, todos eran unisex. Pero tras el cierre de 'Ladies Lounge' gracias a una demanda de un hombre, no sabía qué hacer con estos Picassos", expresaba Kirsha Kaechele en Instagram. Y es por ello que decidió sortear a la ley con esta atrevida iniciativa, que no pasó desapercibida a nivel internacional. No obstante, esta historia vuelve a dar un nuevo giro. Según informa "The Guardian" Australia, el museo australiano ha confesado que los Picassos expuestos en el baño de mujeres eran falsos. Han admitido que las pinturas, entre ellas una copia de "El almuerzo en la hierba" de Manet por parte del artista malagueño, fueron pintadas por Kaechele.
Asimismo, este miércoles, la comisaria de la exhibición se ha hecho eco de lo explicado al a publicación citada, comunicando en la página web oficial de Mona que las pinturas no fueron hechas por Picasso, sino pintadas por ella misma hace tres años y medio. Además, ha asegurado que otras de las obras de la exposición inicial tampoco eran auténticas, como una alfombra que se decía que había pertenecido a la Reina María de Dinamarca. "Permítanme explicarme", escribe la comisaria, asegurando que ha esperado cuatro años a este momento de sinceridad, y explicando que su estrategia no estaba tan centrada en el arte como en que "los hombres se sentaran lo más excluidos posible, y para ello la muestra tendría que mostrar las obras de arte más importantes del mundo, las mejores".
"Sabía que había cuadros de Picasso que podía pedir prestado a mis amigos, pero ninguno de ellos era verde, y deseaba que el salón fuera monocromático. Además, el tiempo jugaba en mi contra, por no hablar del coste de asegurar un Picasso: ¡exorbitado!", añade Kaechele. Confiesa que le gustaba la idea de que las mujeres hubieran "cuestionado la supremacía de Picasso" y que "un misógino dominara las paredes del 'Ladies Lounge', junto a una obra de Sidney Nolan (otro misógino) que representa una escena de violación". Otra obra que, por cierto, tampoco era auténtica.
Kaechele dijo que pintó las obras de Picasso en secreto y afirmó que incluso el personal de la galería fue engañado, diciendo que alguien la llamó para decirle que una de las pinturas había sido colgada al revés. “Esperé durante semanas. No pasó nada. Estaba segura de que explotaría. Pero no lo hizo”, escribió en la publicación. Kaechele dijo que, desde entonces, “todas mis adquisiciones para Mona hasta la fecha han sido Picassos (reales). Lo cual presenta un problema. ¿Cómo se justifica mostrar simultáneamente Picassos reales y falsos? Una cosa es tener objetos fabricados en una sala como parte de una obra de arte conceptual donde todo es falso. Pero luego exhibir objetos reales en otra parte del museo… Es complicado”.
“Hace tres años fantaseé con que habría un escándalo: 'Picassos falsos al descubierto: ¡ fraude artístico !' Me imaginé que un estudioso de Picasso, o tal vez solo un fan de Picasso, o tal vez solo alguien que busca cosas en Google, visitaría el 'Ladies Lounge' y vería que la pintura estaba al revés y me expondría en las redes sociales. Me siento aliviada de haber contado esto porque ahora podemos disfrutar juntos de esta locura. Suponiendo que todavía quieras hablar conmigo. (Espero que puedas perdonarme.)”, terminaba su confesión la comisaria.