¿Por qué las estatuas griegas tienen el pene pequeño?
La teoría de que “el tamaño del miembro sexual masculino importa” no se refleja en las esculturas de la Antigua Grecia
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En los libros, en los museos o en alguna ciudad que conserve sus orígenes, nos habremos encontrado alguna vez con esculturas de la Antigua Grecia. Piezas colosales, de un color blanquecino y que, en la mayoría de los casos, representan hombres fuertes o mujeres bellas, intentando reproducirlos de la forma más real posible en base a cómo los proyectaba la mitología. En el caso de las figuras masculinas, hay un detalle que no pasa desapercibido: un pene pequeño o micropene.
Este órgano del cuerpo humano de los hombres tiende a aparecer de forma diminuta, algo divergente con los esbeltos cuerpos y enormes o grandes músculos de las grandes personalidades míticas a las que acompañan. Pero es un detalle hecho adrede por los artistas, ya que se todos ellos ellos se basaban en un factor para que el pene de las estatuas fuera pequeño.
Según explica Andrew Lear, profesor de historia de Harvard, un pene grande en una estatua “podía significar un escaso control de los impulsos y la incapacidad de actuar con prudencia”. Asimismo, el historiador cuenta a Quartz que en la Antigua Grecia, “un pene pequeño era un aspecto codiciado por el macho alfa y dominante, ya que era sinónimo de refinación, heroísmo y prudencia”. “Eran características de un buen hombre que evitaba a toda costa comportarse como una bestia”, añade.
Tal y como señala al sitio web, hay un “contraste entre los genitales masculinos sin erección de los hombres ideales (héroes, dioses, atletas) y el pene grueso y en erección de los sátiros (seres míticos caracterizados por su carácter despreocupado, borrachos y lujuria salvaje) y otros tipos de hombres no ideales”. “Las estatuas de los hombres muy ancianos y decrépitos eran representados a menudo con penes grandes”, agrega.
Aristófanes, quien fue un comediógrafo de Atenas y principal exponente del género cómico del griego antiguo, describía esta idea de “hombre ideal” en su famosa obra “Las Nubes”: “Pecho sano, anchos hombros, lengua corta, glúteos fuertes y miembro pequeño”. Pero quizás la máxima obra que representa esta virtud sea el David, de Miguel Ángel, la mayor expresión del Renacimiento en Italia.
El tamaño importa, pero en una tesitura diferente a la actualidad
El ideal de la Antigua Grecia no tiene nada que ver con el de la actualidad, donde se relaciona el pene de gran tamaño con poderío, dominación o, simplemente, masculinidad. Existen varias teorías sobre cómo ha evolucionado la cuestión del órgano sexual masculino desde entonces, y una de ellas, según Lear, tiene que ver con la pornografía. Sin embargo, el profesor añade que en ambas sociedades, las ideas sobre el tamaño del pene no tienen nada que ver con la realidad o la estética.
“Contrariamente a la creencia popular, no hay ninguna evidencia clara de que un pene grande tenga relación con una mayor satisfacción sexual. Tampoco hay pruebas de que un pene pequeño sea un signo de moderación y racionalidad”, concluye.
También la presión social que los hombres afrontan por su físico juega un papel determinante en el cambio de paradigma. “Los hombres griegos se veían desnudos todo el tiempo en el gimnasio, así que debían ser conscientes, de algún modo, de que no todos los hombres admirablemente moderados tenían penes pequeños y no todos los hombres excesivos, cobardes o borrachos tenían un pene largo”, sentenció el profesor.