“El buen patrón” extiende su conquista a los Premios Platino
La IX Edición de los Premios Platino volvió a celebrarse por segundo año consecutivo en la ciudad de Madrid y congregó en el Palacio Municipal de IFEMA a las caras más destacadas del audiovisual iberoamericano, siendo “El buen patrón” y la serie “El Reino” las dos grandes triunfadoras de la noche
Las ganas de desprenderse de la mordaza simbólica de la mascarilla se notaban en los gestos, en los ojos, en las caras, en las bocas y en las palabras, las mismas que han servido de puente y objeto tentacular con el que poder hermanar culturas durante la celebración este domingo de la IX Edición de los Premios Platino. La gran ceremonia del audiovisual iberoamericano arrancaba con unos precedentes bastante superables en lo que a espectacularidad, boato y ambiente festivo se refiere si tenemos en cuenta el hecho de que las dos anteriores habían estado supeditadas a la tiranía involuntaria del “aislamiento”: la del año pasado por la presencia de restricciones Covid (mascarillas incluidas) y la anterior por la ausencia de presencialidad y el consiguiente confinamiento de los participantes.
Nuevamente en esta ocasión, la ciudad elegida para la acogida de la gala volvía a ser Madrid y el escenario sobre el que premiar la calidad cinematográfica y televisiva de todos los lados del charco, las modernistas instalaciones del Palacio Municipal de Congresos de IFEMA, cuya naturaleza diáfana, polivalente y utilitarista lleva la firma del recientemente fallecido Ricardo Bofill. Sobre una interminable alfombra roja cronometrada con los pasos de las estrellas, desfilaron antes de que diera comienzo la fiesta innumerables rostros conocidos del mundo de la interpretación como Paco León, quien definió como “loquísima” la experiencia de trabajar con Nicolas Cage en referencia a la experiencia de compartir créditos con el actor estadounidense durante la comedia de acción dirigida por Tom Gormican, “El peso insoportable del talento”, Chino Darín, nominado a Mejor Interpretación Masculina por la serie argentina “El Reino” o la incontestable Carmen Maura, quien minutos después recibiría el Platino de Honor.
Sin más preámbulo que el del propio tiempo, la gala arrancaba de manera puntual a las 22:00 con intenciones inmersivas claras -no tanto con resultados- de trasladar a los presentes a un ambiente tropical de la mano de la ex triunfita Nía Correia, que homenajeaba a la gran reina de la salsa, Celia Cruz con una interpretación excesivamente colegial y colorida de “La vida es un carnaval”, más propia del baile de fin de curso que de una gala con relativa madurez. Aprovechando la coyuntura castiza de proximidad de las míticas Fiestas de San Isidro, la artista argentina Lali (que además de conducir la noche también actuó) y Miguel Ángel Muñoz (que participaba también en la categoría de Mejor Documental por “100 días con la Tata”), encargados de presentar la gala, quisieron introducir los primeros nombres de premiados marcándose un esforzado chotis que habría causado algo de vergüenza ajena entre más de un gachó y alguna que otra gachí.
Siendo éste el tono del escenario, el baile folclórico de los gauchos y la imaginería boliviana arrebatada y violenta de “Karnawal”, dirigida por el argentino Juan Pablo Félix daba el pistoletazo de salida de la recogida de galardones alzándose con el premio a Mejor Ópera Prima. “Hay que defender la cultura para que podamos hacer más óperas primas y por eso es importante impulsar los fondos estatales, que permiten su realización”, reivindicó el cineasta. Minutos después, Aitana Sánchez Gijón se desquitaba de la espinita de los Goya (después del vacío de la cinta de Almodóvar tras su paso por la gran fiesta del cine español) con el Platino a Mejor Interpretación Femenina de Reparto. La actriz quiso aprovechar para señalar las ganas de trabajar en territorio latinoamericano, “a ver si este Platino me trae suerte porque hace demasiado tiempo ya que no cruzo el charco” y subrayar con motivo de la coincidencia del día de la madre y el día del trabajo: “gracias Pedro, por regalarme hoy, en el día de la madre a esta madre imperfecta y también en el día de trabajo, a esta actriz incansable”, señaló emocionada. Junto a la banda sonora de Alberto Iglesias y la pulida dirección de arte de Antxón Gómez, las “Madres paralelas” del cineasta manchego festejaban su particular día conquistando tres Platino. Cinco en realidad si contamos con el Platino del Público a la Mejor Película Iberoamericana de Ficción y el de Mejor Interpretación Femenina otorgado por la audiencia a Penélope Cruz.
Uno de los momentos más involuntariamente cómicos de la ceremonia vino de la mano de lo que pretendía ser una buena acción en alusión directa a la barbarie que asola Ucrania. Acto que no tardó en quedar entorpecida por la dudosa psicomotricidad de los presentes. Justo después de que Luis Tosar descubriese una caja que portaba un folio con mensajes pacifistas, Maribel Verdú alzase una llave “con la que abrir todas las puertas” y Javier Bardem enarbolase una pluma con la que poder “firmar” la paz, los presentadores instaban a los invitados a que recogiesen debajo de sus asientos unas cajas, sacasen la cartulina de color correspondiente y la situasen por encima de sus cabezas con el propósito de formar de manera conjunta la bandera ucraniana y que cenitalmente se pudiese leer “Iberoamérica por la paz”. Se ve que la indicación “por encima de las cabezas” es fácilmente confundible con la de “por delante de las caras” y lo único que terminó entendiéndose fue la palabra “paz”. Menos mal que se distinguía la “z” .
Sin actuaciones destacadas, sin sobresaltos particularmente disfrutables y sin emoción aparente, la gala prosiguió de una manera bastante discreta, empujando a algunos de los periodistas de la sala de prensa a desempolvar del cajón de la memoria las melodías de Buena Vista Social Club para amenizarse internamente. Pero entonces llegó ella. Llegó la actriz que ha hecho de todo para merecer esto, la que sabía perfectamente qué hacía en un sitio como este porque siempre ha sido suyo, llegó Carmen Maura. Y el público calló y reverenció con la mirada. “Me vais a hacer llorar”, lanzó a punto de humedecer sus ojos tras una sonora ovación. “Cuando una va haciéndose mayor se emociona con más facilidad. Estoy un poquitín acojonada porque estoy viendo a muchísima gente querida aquí y vamos a ver cómo sale la cosa”, añadía la camaleónica y extraordinaria actriz, cuya luz interpretativa empezó a irradiar con potencia bajo las indicaciones de Almodóvar en la década de los ochenta y no tardó en expandirse por el celuloide europeo.
“Yo soy de Madrid, de pura cepa y aunque no es la más bonita del mundo, sé que muchos de vosotros vais a tener ganas de volver. He trabajado en Costa Rica, en México, en Colombia, en Brasil, en Uruguay... es muy gratificante pensar en ello. Quiero compartirlo con todos los actores de estos países con los que he compartido tantos trabajos distintos. A veces me preguntan qué diferencia hay entre trabajar entre Europa e Iberoamérica y desde luego yo pienso que ninguna”, destacó Maura antes de recordar un episodio vivido en México durante un rodaje: “Me acuerdo de un momento en México, estábamos comiendo un actor francés y yo y de repente entró un mariachi y todo el equipo se puso a llorar. Todo. Es increíble la emoción de las tradiciones. Este premio desde luego hace que me den ganas de volver a Latinoamérica, aunque me den miedo los aviones. Le doy gracias a mi ángel de la guarda por dedicarme a esto. Ser actriz me ha ayudado a no volverme loca. Siempre tienes que seguir estudiando, aprendiendo, y es muy divertido poder ser rica, pobre, mala. Matar, por ejemplo. Y luego irte tan tranquila a casa a dormir. Es genial, porque te arregla mucho la cabeza. Esto sigue siendo un juego, nunca tuve demasiadas ambiciones, pero me parece que todo esto es un sueño. Goyas yo ya no quiero más porque llega un momento en el que ya está bien, ya tengo bastante”, apostilló con un sarcasmo delicioso la dueña de los cuatro cabezones de bronce que descansan en su casa.
Llegando al término de la celebración, “El buen patrón”, de Fernando León de Aranoa, se alzaba con el premio a Mejor Película Iberoamericana y ponía el broche de oro a una velada aletargada pero manifiestamente involucrada con el conflicto bélico ucraniano (algo que no solo denotó la performance inicial fallida de la bandera, sino también la actuación sorpresa de Ana Belén y su interpretación del clásico de Mercedes Sosa “Solo le pido a Dios” con un arraigado tono de protesta setentera propio de la canción latinoamericana) y con el recuerdo aún caliente de Juan Diego sobrevolando los sentidos agradecimientos tanto de Aitana Sánchez Gijón como de Bardem, quien afirmó que su madre estaba ahora más contenta “porque tiene a su lado al intérprete español Juan Diego, uno de los maestros que nos ha dado este país. Un maestro en su ética como ciudadano, en su comportamiento como persona y con su compromiso social, Como artista le he admirado y admiraré el resto de mis días”. La película de Aranoa remataba por tanto una cosecha de reconocimientos imparable que no ha cesado desde el comienzo de su andadura gracias a una historia de jerarquías, abusos de poder y costumbres caciquiles que tan familiares resuenan en la realidad de un presente laboral cada vez más precario con un Javier Bardem sublime marcando el pulso narrativo.
Junto con el Platino a Mejor Dirección, Mejor Interpretación Masculina, que fue a parar a manos del actor de “Jamón, jamón” (mientras que el reverso femenino lo protagonizaba Blanca Portillo por su actuación en “Maixabel” dedicando emocionada el reconocimiento a Icíar Bollaín y Maixabel Lasa, “mujeres a las que admiro y quiero, para ellas dos y para todas las mujeres, madres, y que siempre por sistema son trabajadoras”) y el de Mejor Guion (en cuya recogida Aranoa aprovechó para volver a incidir en la importancia de su labor de escritura: “empecé mi carrera como guionista y si hubo algún flechazo con este oficio inicial fue gracias a la escritura de guiones. El cine latinoamericano es parte de mi formación ética, estética y visual”, indicó), “El buen patrón” culminaba con un total de cuatro premios su reconocimiento iberoamericano.
Por su parte, “El reino”, la popular serie argentina que partía con más nominaciones (6 en total), se hacía con tres de ellas incluyendo las de Mejor Creador de Miniserie o Teleserie para Marcelo Piñeyro y Claudia Piñeiro, Mejor Interpretación de reparto en serie al argentino Joaquín Furriel y a Mejor Serie, demostrando, del mismo modo que “El buen patrón”, que, las historias que señalan con el dedo las persistentes fallas de lo institucional y las corruptelas sistemáticas de los poderosos no solamente tienen cabida en la paradigmática industria audiovisual, sino que son más inevitables, sanas e higiénicas que nunca. Lo de Roures y su empecinamiento con la más que incoherente -en su caso- defensa de los derechos laborales mediante la lectura de un texto homenaje publicado hace unos días en la Prensa sobre la lucha obrera y sindical de Juan Diego, lo dejamos ya si eso para otro momento.
Lista completa de los premiados de la IX Edición de los Premios Platino
Cine
- Mejor Película Iberoamericana - “El buen patrón”, de Fernando León de Aranoa
- Mejor Dirección Cinematográfica - Fernando León de Aranoa, por “El buen patrón”
- Mejor Ópera Prima - “Karnawal”, de Juan Pablo Felix
- Mejor Documental - “A última floresta”, de Luiz Bolognesi
- Mejor Música Original - Alberto Iglesias, por “Madres paralelas”
- Premio Platino de Honor - Carmen Maura
- Mejor Dirección de Arte - Antxón Gómez, por “Madres Paralelas”
- Mejor Dirección de Montaje - Germano de Oliveira, por “7 prisioneros”
- Mejor Dirección de Sonido - Akritchalerm Kalayanamitr, por “Memoria”
- Mejor Dirección de Fotografía - Kiko de la Rica, por ”Mediterráneo”
- Premio Platino al Cine y Educación en Valores - “Los lobos”
- Mejor Interpretación Cinematográfica - Blanca Portillo por “Maixabel” y Javier Bardem por “El buen patrón”
- Mejor Guion - Fernando León de Aranoa por “El buen patrón”
- Mejor Interpretación de reparto en cine - Alfredo Castro por “Karnawal” y Aitana Sánchez Gijón por “Madres paralelas”
- Mejor Película de Animación - “Ainbo. La guerrera del Amazonas”
Series
- Mejor Creador en Miniserie o Teleserie - Marcelo Piñeyro y Claudia Piñeiro por “El Reino”
- Mejor Interpretación principal en Miniserie o Teleserie Daniela Ramírez por “Isabel” y Javier Cámara por “Venga Juan”
- Mejor Interpretación de reparto en serie - Najwa Nimri por “La Casa de Papel” y Joaquín Furriel por “El Reino”
- Mejor Miniserie o Teleserie - “El Reino”, de Marcelo Piñeyro