Se vende Mickey Mouse
Disney puede perder en 2024 los derechos de explotación de la primera versión de su personaje más famoso. Ya se venden versiones de ese primer ratón que no se entregarán hasta esa fecha
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La historia es muy conocida, pero merece la pena comentarla otra vez. Un día se subió a la mesa de trabajo de Walt Disney, en aquel momento con la mente perdida en la búsqueda de un personaje, un ratoncito. Se paseó perdido buscando una salida. El animalito acabó inspirando a la creación más famosa de Disney, a uno de los grandes iconos de la cultura popular del siglo XX. Debía llamarse Mortimer, pero finalmente se escogió el nombre de Mickey. Otra versión, la que parece más fiable, apunta que el dibujo original fue creado por Ub Iwerks después del golpe que supuso para el entonces naciente estudio la pérdida de los derechos de su primera creación importante: un conejo llamado Oswald.
No cabe duda de que Mickey ha definido a la compañía y se ha convertido en la marca por excelencia de Disney más allá de la muerte de su padre en 1966. Sin embargo, queda poco, muy poco, para que el ratón pase a ser de dominio público, al menos en Estados Unidos. Concretamente debería ser en 2024 cuando esto podría pasar, algo que ha visto la firma MSCHF, un colectivo de creadores con sede en Brooklyn conocidos por sus diseños de zapatillas, juegos de móvil e, incluso, un collar para perros. Su nueva propuesta es un muñeco, sí, el famoso ratón de grandes orejas negras, calzón con dos botones y zapatones, tal y como salía en su carta de presentación: el cortometraje de animación de 1928, «Steamboat Willie». Es esa imagen de Mickey la que debería pasar en 2024 a dominio público, es decir, se podrá usar sin ningún problema para crear todo tipo de «merchandising».
MSCHF tiene la prudencia en su página web de no mostrar imagen alguna de la pieza, ni de llamar a su obra «Mickey Mouse». En el citado portal aportan un manifiesto en el que señalan que «los derechos de autor de la primera versión de Mickey Mouse (de Steamboat Willie) expirarán en 2024. En ese momento, Mickey ingresará al dominio público y MSCHF, y cualquier otra persona que lo desee, podrá hacer sus propias obras utilizando la versión de Steamboat Willie de Mickey Mouse sin infringir los derechos de autor de Disney». Los responsables de la firma no dudan en proclamar que la obra se ha realizado como un ataque frontal al estudio hollywoodense: «Disney es un conglomerado masivo que se lo traga todo, con un deseo tanto de dominio de la industria como de hegemonía cultural. Es cada vez mayor, omnipresente, creativamente adversa al riesgo y blanqueadora de la sociedad. Debemos dar un salto y aprovechar la oportunidad para recuperar incluso en los escasos bocados que tenemos a nuestra disposición. A la mínima posibilidad, debemos comerlos vivos». Por cierto, la obra se vende a un precio de 100 dólares, aunque no se entregará hasta 2024. Por ahora, los compradores recibirán una moneda que podrán canjear en su momento por este Mickey de MSCHF.
Lo cierto es que no está muy claro que, en esa fecha, Disney se pueda desprender de los derechos de esa primera versión de su buque insignia. Ya en 1988, el estudio logró presionar al Congreso de Estados Unidos para modificar la ley, de manera que se pudiera ampliar el tiempo en el que podía conservar los derechos de autor. Esa ley se conoce en la actualidad como «Ley de protección de Mickey Mouse».
La firma de Brooklyn es consciente de este hecho hasta el punto de reconocer en su web que «es muy posible que Disney ejerza presión para lograr cambios en la ley de derechos de autor de Estados Unidos. Con el fin de acaparar aún más su propiedad intelectual. Después de todo, ¿qué es la ley comparada con el poder de una corporación estadounidense?»
Desde luego lo que Disney tratará de evitar es que se repita lo que sucedió con el primero de los personajes de su factoría. Tras la serie «Alice Comedies», donde Walt Disney mezclaba animación con actores para recrear el universo que remitía al de Lewis Carroll, el productor y dibujante firmó un contrato para elaborar una nueva colección de películas para Charles B. Mintz y George Winkler, con Universal Studios como distribuidor. El protagonista fue Oswald, el conejo afortunado que se convirtió en un éxito. A medida que el público apoyaba estos cortometrajes, Disney pensó que podía solicitar más presupuesto a sus productores. Pero las cosas salieron mal, muy mal porque se le recortó el dinero y se invitó a Disney a que despidiera a algunos de los empleados de su estudio que se fueron al que había creado Mintz. No solo eso: descubrió que no tenía los derechos del personaje. Eso le hizo romper con sus socios y empezar a pensar en una creación, pero de la que tendría todo el control: Mickey Mouse. No fue hasta 2006 cuando The Walt Disney Company pudo recuperar los derechos de Oswald y de los cortometrajes que protagonizó en los años 20. En 2010, Oswald ya era uno de los personajes invitados del videojuego «Epic Mickey». Se encontraban los dos iconos de Disney.
Pese a que el estudio no se ha pronunciado públicamente todavía sobre el tema, no cabe ninguna duda que no debe gustarle la idea. MSCHF se prepara para un escenario adverso, por lo que declaran que «si cambia la fecha de libertad de Mickey, cambiaremos la fecha de canje del token en consecuencia». Para ellos, estos cambios de fecha forman también parte de la obra.
De Sherlock Holmes a Tintin
Que un personaje pase a ser de dominio público puede ser un quebradero de cabeza para los herederos de su creador, además de una pérdida de ingresos. Los albaceas de Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes, denunciaron recientemente a Netflix, Legendary Pictures, Penguin Random House y Nancy Springer por la película «Enola Holmes». ¿El motivo? Según los guardianes del famoso detective se daba una versión «emocional» del personaje. En 2014, un juez decretó que los textos de Doyle anteriores a 1923 eran de dominio público, pero no los escritos entre 1923 y 1927.
Hay más casos curiosos. En octubre de 2014, la editorial Casterman y la sociedad Moulinsart, gestores de los derechos sobre la obra de Hergé anunció la publicación de nuevas aventuras de Tintín hacia 2052, una manera de poder evitar que el famoso reportero pase a ser de dominio público al cumplirse los 70 años de la muerte del dibujante. «Hergé no quería que otros crearan nuevas historias del personaje después que él, pero lanzaremos una novedad un año antes de que la obra caiga en dominio público», afirmó Nick Rodwell, director de la sociedad creada para «proteger y promover» el legado de Hergé.