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Jean Seberg, medio siglo de la injusta persecución del FBI

El ex director de inteligencia, Edgar Hoover, difundió una falsa noticia sobre la actriz para hundir su reputación: ésta terminó suicidándose unos años después
Al final de la escapadala razon
  • Víctor Fernández está en LA RAZÓN desde que publicó su primer artículo en diciembre de 1999. Periodista cultural y otras cosas en forma de libro, como comisario de exposiciones o editor de Lorca, Dalí, Pla, Machado o Hernández.

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No suele ser demasiado habitual que un medio de comunicación entone el mea culpa, especialmente, cuando se trata de algo sucedido hace cincuenta años. Pues esta semana, «Los Angeles Times» se refirió a uno de los episodios más infames de su historia para pedir perdón. Se trataba de la persecución que padeció una actriz por parte del FBI, un acoso que acabó desembocando al final en su suicidio. Se trata de Jean Seberg.
Hace medio siglo, Seberg era la intérprete que había conquistado Europa al protagonizar el filme «Al final de la escapada», la carta de presentación de Jean-Luc Godard. La joven había logrado otros éxitos con películas como «Buenos días, tristeza». A ello se sumaba el hecho de que se había empezado a significar en su apoyo a los Panteras Negras, una organización investigada por el FBI como si fuera una amenaza para los Estados Unidos. En cuanto se supo de las simpatías de la actriz, que en aquella época ya era madre de un niño pequeño fruto de su relación con el escritor Romain Gary, los federales iniciaron una campaña de acoso y derribo.
El director del FBI, J. Edgar Hoover, ordenó que se pincharan sus llamadas, se la espiara en todo momento y se divulgase todo tipo de información falsa sobre ella. De hecho, fue «Los Angeles Times» el medio encargado de publicar una información fraudulenta: una conocida actriz –fácil de identificar con Seberg– estaba embarazada del líder de los Panteras Negras. «La filtración fue maliciosa y es casi seguro que la información fuera incorrecta. El FBI tenía la intención de dañar la reputación de Jean Seberg como castigo por lo que la oficina vio como sus creencias políticas radicales», dijo «Los Angeles Times» al rememorar esos hechos.
El hijo que esperaba Jean Seberg nació muerto y era blanco. No fue fruto de ninguna relación con nadie de los Panteras Negras. La actriz, pese a que todavía rodó alguna película más, no levantó cabeza desde entonces y entró en una gravísima depresión. En 1979 la encontraron sin vida en el interior de un coche en una calle de París. Llevaba varios días allí tras haberse suicidado. Dieciséis meses más tarde, Romain Gary, su primer marido, también se quitó la vida.

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