Camela: «No queremos nueva normalidad, éramos felices y no lo sabíamos»
No hay verano sin Camela y el estío postpandemia no es una excepción. Ángeles y Dioni vuelven a la carretera pero piden prudencia
Sus canciones huelen a verbena y a feria de paseo marítimo. No hay verano sin Camela y el estío postpandemia no es una excepción. Ángeles y Dioni vuelven a la carretera pero piden prudencia, como ya hicieron durante el confinamiento cambiando las letras de sus temas más conocidos por consejos para prevenir la propagación del coronavirus. Son dueños de un estilo, de un sabor genuinamente propio, la tecnorumba, y unas buenísimas personas.
-Por fin es verano.
-Ángeles: Sí, pero yo estoy muy cabreada porque la gente no se pone la mascarilla y van a acabar encerrándonos otra vez. El otro día le reñí al público desde el escenario. ¿Pero, por qué tiene que ser la gente tan inconsciente y tan irresponsable? Es que así nunca vamos a acabar...
-Vacaciones con miedo y mirando las noticias. ¿Van a la playa?
-Dioni: Yo es que no soy de playa. Y eso de que te numeren para entrar... Me gusta más el río y el campito. Bueno, y quedarme en casa en el patio y la piscina que tengo.
-Á: Pues mira, como mi madre tiene asma y nos da miedo salir de Madrid, este años nos quedamos. Y si la gente lo hiciera, iríamos todo de maravilla.
-¿De terraza y botellín?
-Á.: Hay que levantar el país, aunque siempre con responsabilidad.
-España es «camelista».
-Á.: Porque somos humildes. Somos personas. Cuando los medios no nos hacían caso, la gente estaba con nosotros. Y los entendidos dicen que ya vamos a por tres generaciones. Incluso hay niños que nos prefieren al «Cantajuego».
-¿Son conscientes de ser un mito?
-D.: Creo que somos como el Dúo Dinámico o Pimpinela, que llevamos juntos 26 años. Somos una marca o un mito si quieres. Se dice que somos conocidos, pero sabemos que no dicen que seamos importantes.
-No se entienden las ferias sin Camela ni viceversa.
-D.: Yo les apoyo porque siempre han estado con nosotros y nos han dado su cariño. Y, bueno, en todas las verbenas sonamos porque saben que llevamos público a las ferias. Pero son muchas familias que viven de ello y es una vida muy «aperreá». Son como nómadas, una pena. Hay que reivindicarlo. Porque yo vivo en Getafe y el parque Warner está a cinco minutos y ya está abierto. ¿Por qué a los feriantes no les dejan?
-Juan Antonio Bayona («Jurassic World») les ha escrito el prólogo de su biografía.
-Á.: Porque es casi de la familia. Él nos hizo los seis primeros videoclips.
-D.: Le «pillemos» en Finlandia, donde está grabando «El señor de los anillos», pero nos lo escribió encantado.
-Pues después de eso, del libro y las canciones... hace falta un «biopic».
-D.: Se lo digo cada vez que le veo.
-¿Quién interpretaría a Camela?
-D.: A mí me gustaría que fuese Óscar Jaenada.
-Á.: Y yo, Alba Flores.
-Bueno, pero si la hace Bayona será en Hollywoood...
-D.: A lo mejor, Brad Pitt quieren interpretarme.
-Le invitamos a que venga una temporada y se aclimate.
-D.: Eso es, como cuando vino Tom Cruise y se lo llevaron los Ketama de fiesta y acabó cantando la «Bien pagá» en casa de Antonio Carmona.
-Es una biografía muy intensa y tienen peleas como una serie de Netflix.
-D.: Bueno, eso es lo que pasa en cualquier casa y más si la carrera artística va ligada a la personal.
-¿Son los primeros músicos sin vicios?
-D.: Yo no sé de lujos ni tengo gustos caros. Yo soy un hombre sencillo, de barrio.
-¿Algún día dejarán de ser de barrio?
-D.: Nunca. Es nuestra identidad.
-¿Hay algún rencor guardado con los años?
-D.: Existen radios que nos vetaron. Nunca nos pusieron en Los 40 Principales y el año pasado nos llamaron para una entrevista. Y nosotros fuimos, claro. No hay que tener rencor a nada ni a nadie.
-Á.: Cualquiera puede equivocarse, hay que perdonar.
-¿Cómo se aguantan a pesar de ser familia?
-Á.: Yo he rezado tres Padrenuestros hoy. Pero después de 26 años...
-¿Qué quieren o esperan de la nueva normalidad?
-Á.: A mí no me gusta. Yo solo quiero que volvamos a ser los de antes. Ojalá vuelva pronto.
-D.: Estamos en una película de miedo. No queremos la nueva normalidad, sino la otra. Éramos felices y no lo sabíamos.