Es la obra que falta. La ejecución de un túnel pasante en Valencia es la infraestructura que permitirá el cambio definitivo de las conexiones de la ciudad. Además, es imprescindible para que el Corredor Mediterráneo no se encuentre con un cuello de botella que se produciría con el esperado aumento de las circulaciones con la implantación del ancho europeo.

Sin embargo, a día de hoy no hay avances. El pasado mes de febrero la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, visitaba Valencia para firmar el acta de replanteo de las obras del canal de acceso. Allí aseguró que el estudio informativo del túnel pasante estaría listo el primer semestre de 2023. Aquel día llovía y hacía mucho viento, hoy hay alerta por altas temperaturas, y en todo ese tiempo no se ha dado una solución definitiva.

También anunció para esta misma fecha la resolución definitiva de la doble plataforma entre Valencia y Castellón.

El presupuesto para la construcción de ambas infraestructuras oscilará, en función del trazado elegido, entre los 1.440 y los 2.265 millones de euros. Las obras del túnel pasante de Valencia beneficiarán también a los trenes de Cercanías porque podrán parar en la avenida de Aragón en una nueva estación ubicada en la que tiene actualmente la red de metro. Permitirá además que la estación del Norte deje de ser un «cul de sac» ahorrando tiempos de viaje a los trenes que llegan del norte.

Retrasos acumulados

Los informes tuvieron que licitarse de nuevo en 2017. Los realizados hasta la fecha habían caducado y había que adaptarlos a la nueva normativa técnica y de evaluación ambiental. Formalizados en 2018, deberían haberse hecho públicos a comienzos de 2020, pero no fue hasta octubre de 2021 cuando se publicaron los estudios informativos y se dio audiencia a las administraciones afectadas.

La Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) ratificó en el último chequeo semestral que realiza de las obras del Corredor, que los trabajos de esta infraestructura no marchaban al ritmo comprometido por la ministra.

Precisamente marca en rojo el estado del túnel pasante. «Es que no está ni siquiera diseñado», denunció el presidente de AVE, Vicente Boluda, incidiendo en que se trata de una de «las mayores preocupaciones, ya que mientras no esté, será el punto del corredor donde todo se parará».

Sánchez se comprometió a que habrá conexión con ancho internacional entre Almería y Francia en 2026 y la segunda, que el trazado completo estará terminado en 2030. El ritmo de ejecución va en contra de estos anuncios. Solo el milagro de la campaña puede jugar a su favor.