Opinión

¿Y Pedro Sánchez?

El 10 de febrero era un día perfecto para honrar a Altamira y decirle, sin fisuras, a toda una Comunidad «estamos con vosotros». Una vez más, Felipe VI es la autoridad moral.

Felipe VI con la nieta de Rafael Altamira, Mari Luz Altamira, el El Campello, Alicante, el pasado día 10 de febrero
Felipe VI con la nieta de Rafael Altamira, Mari Luz Altamira, el El Campello, Alicante, el pasado día 10 de febreroAgencia EFE

Que el Rey Felipe VI -el jefe del Estado, hay que recordarlo- visite el pueblo en el que uno ha nacido es en sí mismo un orgullo y honor. Y no, no hablo de regímenes políticos, de monarquías parlamentarias o de repúblicas. Somos, sin duda, el lugar en el que nacemos, en el que crecemos, en el que echamos raíces.

Y la estancia del monarca en El Campello (Alicante) el lunes pasado en el acto para honrar al jurista y humanista Rafael Altamira trasciende el motivo de su visita. Por encima de todo se agradece, y mucho, su visita. Y además tiene una gran carga simbólica que se produjera el 10 de febrero, día en que un gran defensor de la paz y la concordia entre los pueblos nacía en Alicante. En el año 1866 para ser exactos. Y tiene trascendencia también porque hace tres meses y medio de la gran riada que partió por la mitad el corazón de la Comunidad Valenciana.

En el acto había políticos, y muchos. Que la patria que condenó a Altamira al exilio tras la Guerra Civil, lo acoja ahora, lo merecía. Me pregunto dónde estaba Pedro Sánchez, el jefe del Gobierno, o la propia Diana Morant, secretaria general de los socialistas valencianos. Ninguno de los dos tuvieron a bien acercarse a El Campello y, sinceramente, no creo que sus agendas estén más cargadas que la del propio Rey. Querer es poder, casi siempre. Y estar era arropar a un municipio, a una provincia, y a toda una Comunitat que necesitan aliento y cariño.

Me pregunto hasta qué punto la periferia importa en Madrid.

Pues eso, que Alicante y El Campello están en el mapa de España y que el 10 de febrero era un día perfecto para honrar a Altamira y decirle, sin fisuras, a toda una Comunidad «estamos con vosotros». Una vez más, Felipe VI es la autoridad moral. Y no, no hablo de regímenes políticos.