Financiación autonómica
Mazón afirma que no renuncia a rebajar la deuda histórica
El presidente admite las dificultades para llegar a un acuerdo en financiación dentro del PP, pero insiste en que han logrado consensuar el fondo de nivelación
El debate sobre la financiación autonómica pasó de pantalla cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, concedió el privilegio a Cataluña de poner sus condiciones en una reunión bilateral. Desde entonces, PP y PSPV se miran con mayor desconfianza que nunca, pues ambos quieren demostrar que son los que más apuestan por la singularidad valenciana.
La defensa que han hecho los socialistas valencianos de lo beneficioso que puede ser que haya un «cupo catalán» ha encontrado el consecuente rechazo de todo el PP, y no solo del valenciano. Como respuesta, el contraataque del PSPV al PPCV ha venido por la deuda histórica, un asunto en el que no hay unanimidad entre los diferentes barones populares.
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, dedicó a esta cuestión una larga reflexión. «La reestructuración de la deuda en España necesita un proceso serio y en eso es en lo que estamos» y se comprometió a no bajar su reivindicación.
Mazón advirtió de que el Consell no está dispuesto a dejarse engañar por esta cuestión e insistió en que no hay ninguna propuesta en firme, «se me pregunta por filtraciones que se han hecho a medios de comunicación».
En cualquier caso, dijo que son «tiritas para alguien que se desangra» y pidió al Gobierno que haga una propuesta seria sobre la deuda, no sea que al final se quede en una «miniquita» que dejará de notarse en cuanto suban los tipos de interés.
Durante su intervención en el Fórum Europa Tribuna Mediterránea, el presidente de la Generalitat defendió que la única certeza sobre la financiación la da el PP, pues todos los líderes territoriales están de acuerdo en la aprobación de un fondo transitorio de nivelación que iguale a las comunidades infrafinanciadas con la media. Así, a la Comunitat Valenciana, le deberían llegar cada año 1.700 millones de euros. «Esto no es equiparable con una supuesta oferta sobre la deuda y que supone una cláusula de seguridad».
Insistió, por tanto, en el importante paso que han dado los populares, aunque admitió que deben seguir profundizando en cómo debe ser el nuevo modelo de financiación y en este punto, dio por hecho que cada autonomía defenderá lo que más le conviene. Por su parte, dijo que seguirá defendiendo el criterio poblacional aunque está dispuesto a que se estudie el coste efectivo porque, de lo que se trata, es de llegar a un acuerdo.
[[H3:«Personas, no matorrales»]]
«Pero no olvidemos que aquí se financian personas, y servicios a personas; no a cosas, ni a kilómetros, ni a matorrales». Por tanto, su «siguiente batalla» dentro del PP, será que la financiación se calcule en función de los habitantes.
Ni siquiera esta vehemencia convenció a los grupos de la oposición. El síndic del PSPV, José Muñoz, acusó a Mazón de «instalarse en la cobardía y renunciar a 15.000 millones de euros de los valencianos y valencianas tras convertirse en el delegado de Génova en la Comunitat Valenciana».
En declaraciones recogidas por EFE, preguntó quién es Mazón para renunciar a este dinero. «Está teledirigido desde la calle Génova y por Santiago Abascal», y lamentó que se dedique a «aferrarse al sillón haciéndole guiños a la extrema derecha».
El síndic de Compromís, Joan Baldoví, coincidió en señalar que Mazón se ha convertido en «un delegado del PP de Madrid», e insistió en que ha «reculado» en un asunto, el de la condonación de la deuda, en el que había «un consenso general de todos los partidos políticos».
Para Baldoví, el cambio de rumbo de Mazón responde a «seguir aquello que le dicta Génova y no salirse de la foto», y consideró que esto demuestra que Mazón «no está por representar y abanderar los problemas de los valencianos», sino por «las estrategias políticas del PP y su lucha contra el presidente del Gobierno».
Mesa de diálogo social
La reforma del modelo de financiación autonómica copa ahora toda la atención mediática y política. La mesa de diálogo social de la Comunitat Valenciana, en la que está representada la Generalitat, además de la patronal y los sindicatos de la región, se reunió ayer para, en medio del debate, dejar clara la unanimidad en cuanto a algunos aspectos básicos: la reforma del sistema financiación para lograr un modelo justo y equitativo; la necesidad de un fondo para compensar la posición de furgón de cola en la que está la Comunitat Valenciana y el reconocimiento de la deuda histórica, derivada en un 80 por ciento de la infrafinanciación que sufre esta tierra. Así lo aseguró ayer tras la reunión la vicepresidenta de la Generalitat y consellera de Servicios Sociales, Susana Camarero, quien añadió que durante la reunión se abordaron asimismo las principales líneas que marcarán los Presupuestos de la Generalitat para 2025 y que serán «los mejores pese a la falta de recursos». Resaltó que «tenemos un Gobierno social y así lo estamos demostrando, con unos presupuestos actuales que destinan el 83 % al gasto en educación, sanidad y servicios sociales.
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