Los ganaderos valencianos tras el ataque de un lobo en Valencia: "O dejan de mandar los animalistas salvajes o esto acabará mal"

«Sabíamos que más pronto o más tarde, el lobo llegaría a tierras valencianas. O se toman medidas oportunas, o dejan de mandar en España los animalistas salvajes que disfrutan viendo el trauma, o esto termina mal».

El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), Cristóbal Aguado, ha lanzado este jueves un mensaje todavía más contundente de lo que es habitual en él.

El motivo es el ataque de un lobo ocurrido en una explotación ganadera en Aras de los Olmos (Valencia). Mató a diez ovejas y el resto del rebaño quedó atemorizado. Aunque nadie vio al animal actuar, las mordeduras que dejó en las ovejas muertas tiene, según AVA, la marca clara de un lobo.

El ganadero, Antonio Miguel Álvaro, ha explicado que el 90 por ciento del rebaño, compuesto por 400 ejemplares, son hembras preñadas y que tenían que parir en abril. Sin embargo, el estrés generado por el ataque podría provocar que estos corderos no nacieran vivos.

Se trata, según apuntan desde AVE, de la primera vez que un lobo se acerca a una explotación ganadera después de que en 2021 el Gobierno central incluyera a este animal dentro del listado de especies protegidas y prohibiera su caza.

Tras el ataque del pasado martes, los trabajadores de la explotación ganadera y los familiares de Álvaro comenzaron la búsqueda de las ovejas, que huyeron tras la entrada de los lobos en la explotación. Todo ocurrió de noche. Entró por debajo de la valla que rodea un recinto de 5.000 metros cuadrados y que tiene una nave central.

Todos ellos se organizaron para buscar «animales vivos o muertos por los alrededores. Las ovejas escamparon a cinco kilómetros de aquí».

Además, Álvaro ha añadido que un rebaño de ovejas paridas quedó abandonado durante todo ese tiempo, en que la prioridad era encontrar a los animales huidos, según recoge EFE.

Aguado ha remarcado que el ganadero ha visto cómo su medio de vida se ponía en peligro y criticó al Gobierno por no tener en cuenta las instalaciones ganaderas cuando prohíbe la caza de determinadas especies. «El exceso, ya sea de lobos, jabalís o conejos, genera desastres».

Los jabalíes provocan pérdidas millonarias en los campos, puesto que logran entrar en ellos aunque estén vallados. Durante 2023 se calcula que causaron daño por valor de 40 millones, pues, por ejemplo, rompen las gomas de goteo o incluso las raíces de los árboles.

Una situación parecida ocurre con los conejos. Muerden los troncos de las plantas debilitándolas e impidiendo su crecimiento.