El presidente de Mercadona, Juan Roig, no suele sumarse a las polémicas. Sin embargo, la casualidad ha querido que este martes tuviese previsto intervenir como presentador en el Fórum Nueva Economía en Valencia. Sin aludir a nadie en concreto, ha defendido el papel de los empresarios porque “generanriqueza y bienestar y si después, a los que les toca gestionarlalo saben hacer, hay riqueza para todos y si no, enfrentamiento”. Daba así respuesta a las críticas de la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, quien puso como ejemplo su cadena de supermercados por alimentar un “capitalista despiadado”y de estar enriqueciéndose subiendo los precios en un momento inflacionista generado por la guerra en Ucrania.

Ha defendido que la ética debe ser uno de los valores de la cultura empresarial en España, por lo que ha pedido a los empresarios que “salgan del armario” y a defender su trabajo con orgullo.

Roig ha sido un telonero” de primer nivel para el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, del que ha dicho ser una persona que “se implica y no se esconde”.quien ha hablado con mayor claridad sobre esta polémica. “Por mucho que nos exterminen a los empresarios siempre seguirá alguno vivo”.

Ha calificado de “barbaridad” que se pretenda poner tope en algunos productos argumentando que hay muchos lugares en los que comprar, dado que no existe un monopolio. No obstante, ha admitido que se puede esperar “cualquier cosa” del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “pero cualquier cosa que sea para proteger a los ciudadanos que no pueden acceder a determinados productos, pero sin machacar a los empresarios... Es una barbaridad y hay que serenarse un poco. Se lanzan y las piedras que no se saben donde van”.

Rebajar la crispación

“Vengo, como empresario comprometido con el desarrollo y fortalecimiento de la sociedad civil, para manifestar que veo con mucha preocupación el clima de permanente crispación que se da en la vida político-institucional. Boluda ha reclamado a los políticos que rebajen el tono “es imprescindible”, que se tenga claro que “la política es el arte de llegar a acuerdos y que sirve para solucionar la vida de los ciudadanos, y es igualmente fundamental que se acepte que, en la discrepancia, el diálogo y el debate constructivo, radican la salud y fortaleza de nuestra democracia. Pensar diferente, con lealtad y cumpliendo con la legalidad vigente, es la base de nuestro avance”.

Sobre el panorama político ha admitido claramente su apoyo al bipartidismo. “No me gustan los partidos pequeñitos o raritos” porque condicionan a los grandes partidos, al PP y al PSOE, que gobiernan condicionados por ellos si lo hacen en coalición. “Me gusta el sistema francés con segunda vuelta o el mejicano. Quien más votos tiene gobierna”.