Ritual "sapo bufo"
La defensa de Nacho Vidal dice que la toxina que manejaba el actor no era letal
La muerte del fotógrafo que participó en el “ritual” pudo sobrevenir de la mezcla con otras sustancias
La defensa de Nacho Vidal sostiene que la toxina del sapo bufo que manejaba el actor de cine para adultos no pudo, por sí misma, provocar la muerte del fotógrafo José Luis Abad, que participaba en un supuesto ritual en la casa que Vidal posee en Enguera (Valencia) en el verano de 2019.
El letrado Daniel Salvador, que defiende al actor y productor porno Ignacio Jordá, más conocido como Nacho Vidal, ha explicado que recientemente se ha incorporado al sumario del caso un informe toxicológico que informa sobre la cantidad de la referida toxina encontrada en el cuerpo de la víctima y que concluye que “no pudo fallecer por esta sustancia”.
Se trata, según ha aclarado este letrado, de un informe pericial encargado por el juzgado a petición de la defensa de Vidal.
Este letrado admite que hay poca bibliografía sobre el veneno del sapo bufo y cómo interactúa con el organismo humano, y que por este motivo se han ordenado varias diligencias complementarias, entre ellas el testimonio de especialistas en toxicología, que se podrían cerrar a lo largo del mes de febrero.
“Si la muerte no fue provocada por esta sustancia, entonces la calificación de los hechos es muy diferente, y también la autoría”, subraya Salvador.
El caso sigue en fase de instrucción, después de que tanto las defensas como la acusación particular recurriesen el procesamiento de Vidal por homicidio imprudente; los primeros por entender que no hubo tal homicidio y los segundos por considerar que el tipo penal debía ser más grave (homicidio doloso).
El pasado mes de septiembre la Audiencia Provincial de Valencia ordenó reabrir la instrucción para la práctica de varias diligencias, entre ellas la declaración de la responsable del Instituto de Medicina Legal de Valencia, para que informe sobre las sustancias que se hallaron en el cuerpo de la víctima, las cantidades y la toxicidad o potencial letalidad de las mismas.
El letrado de Vidal insiste en que lo que sucedió “fue un lamentable accidente” y apunta que “es de mal gusto comentar lo que pudo aparecer en el cuerpo de la víctima”, si bien aclara que “se verá en el juicio”.
Nacho Vidal se encuentra investigado por el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Xàtiva (Valencia) por la muerte del fotógrafo durante la celebración de un rito conocido como del sapo bufo, en que el que se ingiere cierta droga o toxina producida por este animal.
Los hechos se produjeron el 28 de julio de 2019 en una vivienda de Enguera (Valencia) propiedad del encausado, quien según el auto de procesamiento de la instructora -posteriormente revocado- “actuaba como director” de esa práctica o rito.
La magistrada consideró tras atender a los informes de la Guardia Civil y tomar declaración a los acusados (tres inicialmente, aunque la causa se sobreseyó respecto de una prima del actor y otro acusado), que la víctima falleció a causa de una reacción adversa a determinadas drogas, después de participar en una “práctica, rito o experiencia espiritual o mística” consistente en inhalar el humo de la combustión de las escamas del comúnmente conocido como “veneno del sapo bufo”.
La instructora señaló asimismo que esa experiencia se llevó a cabo “sin ningún tipo de precaución, por si la práctica se complicaba”, ya que no consta que en la casa “hubiera material de primeros auxilios o desfibrilador alguno”, ni que el investigado “supiera realizar correctamente una maniobra de recuperación respiratoria”.
Al atender a los recursos de las partes contra el procesamiento de Vidal, los magistrados de la sección tercera de la Audiencia pidieron a la jueza instructora que ordenase una prueba para determinar las características y posible letalidad de la droga que presuntamente facilitó el encausado al fallecido, y volvió a encausar a la prima del acusado.
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