El Partido Popular irá de la mano de la Generalitat valenciana en la reivindicación por un modelo de financiación autonómica. No habrá bandos y, si todo sale bien, ni vencederos ni vencidos. “Aquí no hay partidos, nadie puede fallar”.

Así lo ha asegurado el presidente del PPCV, Carlos Mazón, que ha mantenido hoy su primera reunión con el jefe del Consell, Ximo Puig, como líder del principal partido de la oposición. Ha criticado que el encuentro llegue tarde, hace seis meses que accedió a este cargo, pero aún así ha insistido en que el motivo del encuentro era arrimar el hombro para sacar a la Comunitat de la situación de “colapso” en la que se encuentra.

En este sentido, ha comprometido que el PP de Pablo Casado dará el visto bueno a la propuesta que defienda el PP valenciano. “Tiene claro que la Comunitat está infrafinanciada, soy muy optimista con la posición del PP porque nuestra situación es muy preocupante”.

Casado, por tanto, defenderá en su partido la misma propuesta que lleve la Generalitat valenciana a la reunión del próximo 31 de enero y en la que los diferentes Gobiernos autonómicos harán sus enmiendas al documento que envió el Ministerio de Hacienda. Eso sí, antes Puig debe convocarlo a otro encuentro para explicarle la postura del Gobierno valenciano, así como las conclusiones extraídas desde Fedea y el IVIE.

Confía además en que Puig tenga una posición firme puesto que, bajo su punto de vista, la respuesta hasta ahora ha sido «tibia» o cuanto menos poco clara. «No sabemos muy bien qué opina la Generalitat».

Las 12 propuesta de Mazón

Mazón ha llevado a la reunión un total de 13 propuestas, entre las que se incluye la reivindicación del sistema justo de financiación y el reconocimiento de la deuda histórica de la Comunitat Valenciana. «Los ciudadanos están cansados de crispación; atravesamos una situación económica y social muy preocupante con la covid y debemos hacer un esfuerzo».

No obstante, no ha habido muchos más puntos de acuerdo. El popular ha dicho que el presidente había recibido con interés la referente al empleo joven (que se reserve un 40 por ciento de fondos europeos que lleguen a la Comunitat Valenciana) y la relativa a las ayudas para apoyar al sector cerámico que dependen de Bruselas.

Del resto, no obtuvo respuesta o, como en el caso de la tasa turística, se evidenció que no hay acuerdo posible. Mazón ha ofrecido al presidente Puig los votos de los diputados populares para frenar la ley que durante el año que viene se elaborará para regular la tasa turística. «Es abrir la puerta al diablo, llega en el peor momento», ha defendido el popular insistiendo en que el modelo económico del PP pasa por acabar con el «infierno fiscal» del Botànic.

En este sentido, ha criticado que sea precisamente Puig, que abandera la armonización fiscal en el ámbito nacional, el que esté dispuesto a aceptar que sea cada Ayuntamiento el que pueda decidir si aplica no la tasa turística.

Tampoco ha habido una respuesta clara sobre las propuestas que Mazón le realizó con respecto a la pandemia. El popular ha pedido a Puig que ponga en marcha un plan de refuerzo de la atención primaria,puntos de atención para que se pueda acudir a realizarse test de antígenos y PCR sin necesidad de pasar por el médico de cabecera, y que se aporte información puntual a los Ayuntamientos sobre la situación de la pandemia.

Mazón también ha solicitado que se agilicen las ayudas sociales (dependencia, ingreso mínimo vital...), o mejoras en los trenes de Cercanías, entre otras.

Desde Presidencia han confirmado que se han abordado los principales asuntos de la agenda política valenciana y que el jefe del Consell atenderá cualquier propuesta que favorezca a la sociedad valenciana. «Puig está plenamente comprometido con una reforma de la financiación justa, con la defensa del trasvase Tajo-Segura y con una solución que mejore el servicio de las cercanías».