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Sanidad

El Hospital de Alzira dispara su lista de espera tras dos años en manos de la gestión pública

Los enfermos que esperan una cirugía en Alzira han aumentado más de un 1.000 por ciento desde la reversión, a pesar de que la plantilla ha aumentado en 644 personas

La gestión del hospital de Alzira está desde abril en manos de la Conselleria de Sanidad larazon

Este miércoles se cumplen dos años desde que el Departamento de Salud de La Ribera pasara a ser gestionado directamente por la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública. Desde entonces, el Hospital de La Ribera en Alzira (Valencia) ha dejado de figurar en los premios TOP20 mientras ocupaba páginas con titulares sobre las protestas de trabajadores y sindicatos acerca de la gestión, la organización, la contratación de personal, la fuga de profesionales o los impagos de incentivos. A ello se añadía las denuncias por despidos improcedentes, las listas de espera, las derivaciones a la privada o las compras de suministros y mantenimiento.

Según el ex director gerente de La Ribera y actualmente Director de Proyectos de Ribera Salud, Javier Palau, los problemas en este centro hospitalario han ido en aumento desde la cesión. Entre otros señala el empeoramiento de las condiciones de los profesionales. De hecho, los sindicatos han denunciado públicamente la discriminación del personal laboral frente al estatutario y han demandado a la Conselleria por cuestiones de tipo laboral. Además, critican que la negociación del convenio no avanza y no se actualiza la carrera profesional, entre otros asuntos.

Asimismo, denuncian que se han producido traslados forzosos, presiones y acoso laboral, se rechazan excedencias y se pone problemas a la formación del personal laboral y que no encuentran médicos de Familia ni pediatras que quieran trabajar en el área pero han realizado más de 700 nuevas contrataciones en otras categorías profesionales.

Esta situación llevó el pasado mes de octubre a todos los sindicatos, de forma unánime, a organizar las primeras concentraciones en protesta.

Pero no solo los profesionales “sufren” el cambio de la gestión. Los pacientes, según denuncian, sufren listas de espera más largas y en ocasiones les han desviado a clínicas privadas. En este sentido, casi 15.000 pacientes esperan más de tres meses para ser intervenidos. Los enfermos que esperan una cirugía en Alzira han aumentado más de un 1.000 por ciento desde la reversión, a pesar de que la plantilla ha aumentado en 644 personas.

Día de espera media según el Departamento de SaludLa Razón

De igual modo, el departamento se ha visto obligado a desviar pacientes a una clínica privada para la realización de ecografías y han tenido que instalar un camión en las puertas del hospital para hacer resonancias, como consecuencia del deterioro producido en el anteriormente puntero servicio de radiología. “Nunca antes de la reversión había ocurrido esto”.

También se han eliminado pruebas y servicios innovadores. Ya no se realiza, por ejemplo, el diagnóstico rápido de cáncer de mama con una punción especial. Tampoco tienen acceso ya los pacientes a aplicaciones de la ex concesionaria, como “YoSalud”, donde podían consultar los resultados de sus pruebas, contactar con sus profesionales de referencia o recibir consejos de salud personalizados.

La consulta de Fibromialgia de La Ribera, que era un referente en la Comunitat Valenciana ya que existen muy pocas, funciona con demoras de más de un año, y sin ser atendida por especialistas en dicha enfermedad, ya que el doctor Vicente Palop, experto en la materia, fue uno de los directivos despedidos el día 1 de abril.

A todo ello se suma que las urgencias se colapsan cuando hay un pico de gripe en invierno o cuando se acusa la falta de personal en verano por las vacaciones.

Lista de espera quirúrgica en el hospital de AlziraLa Razón

En cuanto a los problemas de gestión y mantenimiento de las instalaciones son varios. Así, según denuncia Palau, existen deudas con los proveedores y contrataciones de servicios irregulares, sin concurso y pagando hasta un 70 por ciento más que antes de la reversión

Ascensores de centros de salud del departamento que se estropean, camas en mal estado, óxido en barandillas de camillas y baños, paredes desconchadas o cables de enchufes al aire son algunas de las deficiencias en las instalaciones de un centro que lleva dos años en manos de la gestión pública y en el punto de mira de empleados y pacientes.