¿Los animales existen para ser usados por los seres humanos? Probablemente hayas respondido que no, pero si eres del 20% que se muestra parcialmente de acuerdo con esta afirmación, es muy posible que seas un hombre de más de 45 años, de derechas y muy religioso. O, al menos, eso sugieren los resultados obtenidos por el último estudio de la Fundación BBVA (y recordemos que estamos hablando de tendencias, no de una predicción perfecta). Tras encuestar por teléfono a 2.033 participantes mayores de edad, los autores del estudio han podido tomar la temperatura a la sociedad para entender cómo vemos al resto de animales y a la mismísima naturaleza.

Y, aunque es fácil pasarlo por alto, la primera palabra del estudio es una de las más importantes: percepción. Porque “dos más dos es igual a 5” es siempre falso, pero decir “José Luis cree que dos más dos es igual a 5” puede ser cierto. Dicho de otro modo: el estudio ni es ni pretende ser una investigación sobre cognición y comportamiento animal. Que, por ejemplo, el 55% de los encuestados se muestren relativamente de acuerdo con que los animales tienen “la capacidad del lenguaje” no nos dice nada sobre si realmente la tienen. Y, ahora sí, con la advertencia dada, analicemos cómo perciben los españoles a "sus" animales.

Del 1 al 10

Para cuantificar la opinión de los encuestados, los investigadores les pidieron que calificaran una serie de afirmaciones en una escala del 0 al 10, donde cero equivalía al completo desacuerdo y 10 al máximo grado de acuerdo. Tras calcular la media para cada pregunta, los expertos analizaron los resultados dividiendo a los encuestados en subgrupos en función de algunas características demográficas, como su sexo, la edad, el nivel de estudios, la religiosidad, la ideología, la simpatía política y si convivían con animales.

Las preguntas, por su parte, se dividían mayormente en tres bloques. El primero, sobre la visión de la naturaleza, trata de determinar en qué medida los encuestados se guiaban por una visión materialista o ambientalista del mundo y si, por ejemplo, consideraban que cuidar el medio ambiente es incompatible con el progreso. El segundo bloque se centra en los animales y, en especial, cómo de cerca nos sentimos de ellos, si sienten miedo y razonan como nosotros o si son incapaces de planificar y establecer vínculos como los que establecemos los humanos. Finalmente, un tercer bloque se enfoca en los usos que le damos a los animales, analizando cómo se sienten los encuestados con su empleo en el circo, la caza o la investigación farmacéutica.

Algo está cambiando

A partir de los datos recogidos por la Fundación BBVA, los expertos han podido concluir que los españoles no vivimos de espaldas a las necesidades del medio ambiente y que, al menos sobre el papel, los valores medioambientales están sustituyendo a los más enfocados hacia el progreso y la industria. De hecho, existe un amplio acuerdo en torno a la idea de que “el planeta Tierra es una joya que debemos preservar” (9,6 sobre 10), que la naturaleza es una fuente de paz y tranquilidad (9,0) y que su equilibrio es muy delicado y fácilmente alterable por la actividad humana (8,5). De hecho, algo más del 40% de los encuestados se mostró relativamente en desacuerdo con que el progreso y la conservación de la naturaleza fueran incompatibles. Y, puesto en números, el 20% de los encuestados ideológicamente afines a la derecha mostraron una visión materialista frente al 6% de los de izquierda y el 9% de los de centro.

En cuanto a la percepción de los animales, el 45% de los españoles se sienten muy cerca frente a un escaso 7% que se muestran lejanos. Unos porcentajes que la Fundación BBVA ha comparado con la visión que teníamos en 2008, 2013 y 2021 según otros estudios y, aunque los vemos como mucho más cercanos que en 2008, la percepción parece haberse estancado desde 2021 o, incluso, haber caído ligeramente en algunos aspectos, como ante la pregunta de si sienten dolor o placer de forma similar a los humanos (8,4 y 6,7 sobre 10, respectivamente).

Sobre su uso, sin embargo, encontramos una unanimidad pasmosa en cuestiones como las corridas de toros, la caza, la peletería, el circo, las pruebas de cosméticos y las fiestas locales. El porcentaje que se mostró en desacuerdo con estas prácticas osciló entre el 76 y el 90%. Sin embargo, los encuestados se mostraron mucho más receptivos hacia su uso para investigaciones veterinarias, médicas, científicas y ganaderas, mostrándose en desacuerdo en porcentajes que iban del 41 al 17%. Curiosamente, los propietarios de animales de compañía se mostraron más en desacuerdo con todas estas prácticas, incluidas las investigaciones veterinarias para mejorar la salud de los animales.

Y es que, como decíamos al principio, este tipo de encuestas son muy valiosas para conocer la percepción social, pero no podemos esperar que nos den respuestas sobre cómo hemos de actuar. Lo que sí nos indican es el cambio de valores y, por lo tanto, la necesidad de un cambio legislativo o, al menos, de que se abran espacios para determinados debates.

QUE NO TE LA CUELEN:

• El filósofo utilitarista Peter Singer se ha erigido como uno de los principales defensores de la “liberación animal” y no por una cuestión empática como la que podríamos intuir por las respuestas del segundo bloque de este estudio. Peter Singer defiende que la ética ha ampliado progresivamente su círculo de acción desde las familias hasta otras etnias y que es lógico ampliar el círculo para que incluya a otras especies animales que también tienen una experiencia del sufrimiento.

REFERENCIA (MLA):

• Fundación BBVA. Percepciones de la naturaleza y los animales. 27 de febrero de 2025.