Espacio
Encuentran un “pequeño” objeto espacial capaz de emitir casi tanta energía como el corazón de una galaxia entera… y no sabemos qué es
Un nuevo estudio descubre un posible microcuásar capaz de emitir casi tanta energía como el agujero negro supermasivo del interior de una galaxia
Se llama V4641 Sgr, está cerca, es diminuto y emite casi tanta energía como los chorros de radiación más poderosos que conocemos. Así es el nuevo objeto astronómico que ha descubierto el Observatorio Internacional de Rayos Gamma Cherenkov de Aguas a Gran Altitud (HAWC), aunque, tal vez, habría que matizar eso de “cerca”. En ambos casos estamos hablando en términos relativos. Cuando decimos “cerca” nos referimos a 20.000 años luz que es mucho comparado con nuestras distancias de Google Maps, pero una nimiedad a escala astronómica. De hecho, el objeto más cercano capaz de emitir energías similares se encuentra a unos 600 millones de años luz, 30000 veces más lejos que, para hacernos una idea, es como si pasáramos de correr 1 kilómetro a 714 maratones o a dar tres cuartos de vuelta al ecuador terrestre.
Respecto al tamaño ocurre algo similar, porque los científicos creen estar frente a un sistema doble esto es: dos objetos orbitando uno en torno al otro. Probablemente estaríamos hablando de un microcuásar, que es una estrella especialmente grande o una estrella de neutrones (que es una versión súper condensada de una estrella moribunda) que gira en torno a un agujero negro que la absorbe mientras emite dos grandes chorros de energía en direcciones contrarias, como un faro. Una vez más, para nuestra escala puede parecer un sistema grande, pero los eventos astronómicos capaces de emitir energías similares son agujeros negros supermasivos que se encuentran en el corazón de algunas galaxias, mucho más grandes que esta misteriosa fuente de energía.
¿Un cuásar en miniatura?
Pero, para hacernos una idea de lo extraño que es este hallazgo, debemos conocer un poco mejor a sus hermanos mayores, los cuásares, capaces de emitir los eventos más energéticos que conocemos. Ciertas galaxias (como la nuestra), parecen tener en su centro agujeros negros gigantescos y algunos de ellos están activos, “tragando” materia. Aquellas que los contienen se conocen como galaxias de núcleo activo, y aunque todavía no sabemos por qué pasan de consumir materia a entrar en una especie de fase de ayuno ni entendemos por qué vuelven a activarse, lo cierto es que sí conocemos otros detalles.
A su alrededor forman un disco de materia que se precipita hacia ellos en espiral, “rozándose” entre sí con enormes fricciones y liberando energía que escapa del agujero negro antes de atravesar su perímetro de no retorno (el horizonte de sucesos). De este modo, es frecuente encontrar agujeros negros activos que emiten partículas y radiación electromagnética (lo que popularmente conocemos como luz, ya sea visible, infrarroja, rayos X, microondas, etc.)
Pues bien, estas fuentes de energía que liberan radiación electromagnética, en especial cuando emiten luz visible y ondas de radio, eso son los dichosos cuásares, un nombre que viene de quasi-stellar radio source (objeto casi estelar). En un 10% de los casos, esta radiación es liberada a través de dos poderosísimos chorros que se propagan perpendiculares al disco de materia que rodea al agujero negro, saliendo cada uno de sus polos (dicho con ciertas licencias) y dando lugar a los cuásares radio-intensos. Estos son los chorros de los que hablamos.
V4641 Sgr
El caso de V4641 Sgr es único. Un objeto mucho menor que los cuásares y, prácticamente, en nuestro patio trasero. En cuestión de muy poco tiempo pasó a de ser una fuente de radiación relativamente común a tomar una escala absolutamente excepcional. Y, por si esto fuera poco, se suma un segundo rasgo atípico: su espectro. Podríamos decir que la luz de cada objeto tiene una huella propia, una combinación de distintas frecuencias, como si las ondas de luz que emite fueran cuerdas que ondean diferente, unas más rápido, otras ondulando más alto… La combinación de las “cuerdas” nos da mucha información y, hasta donde sabemos, el espectro de este microcuásar es el más extraño de los espectros conocidos de fuentes de este tipo de radiación.
El siguiente paso será continuar con la búsqueda, ahora sabiendo lo que podemos buscar y, con suerte, encontrar nuevos objetos que antes considerábamos imposibles. De hecho, los investigadores consideran que los microcuásares podrían ser más frecuentes de lo que sospechamos. Porque, aunque nos pese reconocer, por mucho que hayamos descubierto sobre el universo durante las últimas décadas, seguimos siendo unos verdaderos ignorantes… y eso es emocionante.
QUE NO TE LA CUELEN:
- Todavía es pronto para asegurar que la fuente sea un microcuásar pero, con los datos que tenemos es el objeto conocido que más encaja. Harán falta más estudios para saber si estamos ante algo totalmente nuevo o si, simplemente, es parte de lo que desconocíamos sobre los microcuásares.
REFERENCIAS (MLA):
- Alfaro, R., et al. "Ultra-high-energy Gamma-ray Bubble around Microquasar V4641 Sgr." Nature, vol. 634, 2024, pp. 557-560.
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