Policía
Todo lo que tienes que saber sobre el uso de las pistolas táser en Barcelona: quién, cuándo y cómo
Podrán utilizarse para "reducir, inmovilizar o detener", a partir de 2026
La Guardia Urbana de Barcelona dispondrá de pistolas Taser a principios de 2026. Estarán en manos exclusivas de los mandos de la Unidad de Refuerzo a las Emergencias y de Proximidad (UREP), quienes deberán haber superado una formación específica y llevarán una cámara personal que se activará automáticamente al desenfundarlas. Su uso estará regulado por un reglamento que, según el Ayuntamiento, se aprobará a mediados de 2025, antes de la llegada de estos dispositivos.
Según este reglamento, las Taser podrán utilizarse para "reducir, inmovilizar o detener" a personas cuya "resistencia activa" suponga un riesgo para la integridad de terceros, así como en situaciones en las que se perciba "una actitud violenta" hacia los agentes o los ciudadanos presentes. Se priorizará su uso en casos donde un individuo porte un arma blanca, como en el episodio de 2020 en el paseo de Sant Joan, en el que un sintecho con un cuchillo fue abatido por la policía. Sin embargo, "como norma general", quedará prohibido su uso en mujeres embarazadas, menores de 14 años, ancianos, personas con salud frágil, individuos en lugares elevados de los que puedan caer y en manifestaciones. Tampoco se emplearán contra animales, salvo que sea necesario para evitar "un mal mayor" o "un daño inmediato e irreparable".
La incorporación de estas armas forma parte de una reivindicación de los sindicatos policiales que el gobierno de Jaume Collboni ha decidido atender. Se adquirirán 22 dispositivos, aunque solo 10 estarán en activo; el resto se reservarán para formación y como unidades de repuesto. Cada intervención con Taser será revisada posteriormente por la unidad de asuntos internos de la policía barcelonesa.
Según fuentes policiales, la intención es limitar su aplicación a una sola descarga de hasta cinco segundos por intervención, aunque el reglamento no establece un tope de repeticiones.
El texto también especifica que, antes de disparar, los agentes deberán advertir de forma clara a la persona afectada para que pueda modificar su actitud. Además, los policías deberán respetar los principios de "proporcionalidad, congruencia y oportunidad", aunque la decisión final sobre su uso quedará en manos del agente que intervenga en cada caso.
En 2024, la Guardia Urbana registró 13 situaciones de riesgo vinculadas a ciudadanos armados con cuchillos, un contexto en el que la policía considera que las Taser pueden ser clave para evitar el uso de armas de fuego. Sin embargo, el margen de interpretación que deja el reglamento permitirá su aplicación en otros escenarios de tensión, siempre bajo supervisión posterior de la unidad de asuntos internos municipal.
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