Cultura
Stoneweg compra el Cine Comedia para que sea el Museo Carmen Thyssen de Barcelona
El inmueble es ya propiedad del fondo de inversión en una operación que ha costado 75 millones de euros
El futuro Museo Carmen Thyssen de Barcelona acaba de dar un paso de gigante. El gestor de inversionesStoneweg, promotor del proyecto, ha adquirido el edificio donde durante años estuvo el Cine Comedia, en la confluencia del Paseo de Gràcia con la Gran Vía. El acuerdo con los catorce miembros de la familia Pla i Planàs, quien hasta ahora ha sido propietaria del Palau Marcet, ha costado unos 75 millones de euros a los que habrá que sumar la que representará las obras para adecuar el espacio. En total todo ello supondrá para Stoneweg una inversión de unos 110 millones de euros con la esperanza de que la remodelación no dure mucho más de dos años.
El fondo de inversión es ahora propietario de este edificio, catalogado como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña de la Generalitat, algo que también se extiende hasta los espacios que ocupan en la actualidad las tiendas que hay en los bajos.
A la vez que se ha llegado a este acuerdo, el proyecto arquitectónico se encuentra en mano de dos despachos de arquitectura, uno catalán y otro alemán. Todo ello con la intención de poder acoger en las salas del Palau Marcet unas 500 obras de arte. Todo ello borra del mapa cualquier posibilidad de manera definitiva de que el antiguo cine caiga en manos de alguna multinacional dedicada a la venta de ropa o algún espacio dedicado al centro. Es también, por parte de la baronesa Carmen Thyssen, llevar su colección a un edificio importante en su vida. “Soy de Barcelona y de niña es a donde íbamos los fines de semana a ver películas. Allí fui muchas veces con mi hermano y también con mi primer marido, con Lex Barker”, explicó el pasado 1 de junio a este diario para añadir que con él “un día pasábamos por allí y le comenté a Lex que estaban haciendo una película suya. Claro, entramos y vimos Tarzán. El Cine Comedia es el emplazamiento ideal para este museo”.
Fuentes cercanas al proyecto explicaron que Stoneweg alquilará la colección de la baronesa por treinta años. Cada una de las partes tendrá dos representantes. En el caso de Stoneweg, uno de ellos será su managing director Juan Manuel Sevillano, quien fuera gerente durante años de la Fundació Gala-Salvador Dalí.
El Museo Carmen Thyssen de Barcelona se centrará, como ya se sabía, en el arte catalán entre los siglos XIX y XX, pero también está prevista la presencia de pintura y escultura de otros grandes maestros. Tal y como confirmó a este diario la misma coleccionista, Barcelona podría también acoger en las salas del centro el mítico “Mata-Mua” de Gauguin. La baronesa considera que este proyecto museográfico puede servir para dar una proyección internacional al arte catalán. Prueba de ese interés por la pintura realizada Cataluña fue el hecho de que Emiratos Árabes pidiera a la misma Thyssen su pinacoteca para poder exhibirla allí, una oferta que finalmente fue rechazada.
El proyecto de museo cuenta con el visto bueno del Ayuntamiento de Barcelona, concretamente del alcalde Jaume Collboni a quien ya se le presentó la iniciativa el pasado mes de junio. Prueba de ese respaldo es que está prevista en las salas del consistorio una rueda de Prensa el próximo 12 de diciembre con la presencia de Carmen Thyssen y el máximo representante de la capital catalana. A ello se le suma el apoyo de los comerciantes del Paseo de Gràcia que consideran que este nuevo museo puede revalorizar una de las vías más visitadas cada año de Barcelona. La misma baronesa aclaró a este diario que se hacía realidad un anhelo compartido desde siempre con su marido. “Es el sueño que hemos tenido siempre. Hace mucho tiempo que empezamos a hablar mi marido y yo de un museo en Barcelona cuando el alcalde era Pasqual Maragall. Fue precisamente en Barcelona donde hicimos dos exposiciones temporales de cuadros en el Palau de la Virreina que fueron muy buenas, con una gran acogida por parte de los barceloneses. Después dejamos algunas obras de maestros antiguos al monasterio de Pedralbes, pero, como sabrá, era muy difícil verlas por el horario que tienen las monjas de clausura. Ahora algunas de esas obras están en el Mnac. Mi ilusión siempre ha sido que los cuadros del siglo XX, esos cuadros que admiro tanto de los grandes pintores catalanes que tenemos se quedarán aquí porque he tenido ofertas para que se marcharan fuera. Mi gran ilusión siempre ha sido que la pintura catalana esté muy valorizada internacionalmente que es lo que merece”, dijo.
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