Coto al patinete eléctrico en Barcelona: casco obligatorio y prohibidas las aceras

El Pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó este viernes la nueva Ordenanza de Circulación de Peatones y Vehículos (OCVV), que entrará en vigor el 1 de febrero de 2025. Con los votos favorables del PSC, ERC y Barcelona en Comú (BComú), la abstención del Partido Popular (PP) y los votos contrarios de Junts y Vox, esta normativa introduce medidas más estrictas para la regulación de los vehículos de movilidad personal (VMP), refuerza la protección de las aceras como espacios exclusivos para peatones y fomenta el transporte sostenible en la ciudad.

La reforma responde a la evolución del marco normativo estatal desde la última modificación municipal en 2017, adaptándose a los retos que plantea el uso creciente de los VMP y la convivencia en el espacio público. Según Laia Bonet, primera teniente de alcaldía, el objetivo principal es “garantizar que las aceras sean de los peatones”.

Seguridad y normas claras para los VMP

Entre las principales novedades, la normativa establece la obligatoriedad del uso de casco para los usuarios de VMP, junto con la necesidad de que estos vehículos cuenten con luces delanteras y traseras para mejorar la seguridad vial. Además, se prohíbe la circulación de VMP en calzadas con un límite de velocidad superior a 30 km/h, y se fijan límites específicos: un máximo de 25 km/h en carriles bici y de 10 km/h en aquellos ubicados en aceras o plataformas únicas.

Estas medidas buscan regular un sector que ha crecido rápidamente en los últimos años. Los VMP, como patinetes eléctricos, son ahora un medio de transporte común en la ciudad, pero también han generado conflictos con peatones y vehículos motorizados.

El concejal de BComú, Guille López, celebró la aprobación de la ordenanza, aunque afirmó que “es un paso tímido y corto para los retos que tiene que abordar Barcelona”. Por su parte, Rosa Suriñach, de ERC, destacó la importancia de redefinir la escalera de vulnerabilidad en el espacio público, lamentando que “esta normativa haya estado demasiados años en el cajón”.

Aceras exclusivas y limitaciones para estacionar

La preservación de las aceras como espacio exclusivo para peatones es otro de los pilares de la nueva ordenanza. Tanto bicicletas como VMP tendrán prohibido circular por estas, salvo en casos excepcionales. Por ejemplo, menores de 12 años podrán usar la acera en bicicleta, ampliándose este permiso hasta los 14 años en calles sin carril bici. También se permitirá la circulación de bicicletas en aceras cuando los adultos transporten a menores en remolques homologados.

En cuanto al estacionamiento, la normativa prohíbe aparcar motos en aceras cercanas a hospitales y escuelas, buscando mejorar la convivencia en zonas sensibles. Además, se prohíbe explícitamente estacionar en áreas adyacentes a carriles bici, pasos de peatones o elementos de mobiliario urbano, como árboles y semáforos. Estas medidas refuerzan el compromiso del Ayuntamiento de priorizar el tránsito peatonal.

Fomento de la movilidad sostenible

La ordenanza también incluye medidas para impulsar la ciclologística y el reparto de última milla, sectores en crecimiento. Las bicicletas y VMP utilizados para la distribución de mercancías podrán hacer uso de los espacios habilitados para carga y descarga, siempre que no interfieran con el tránsito peatonal. Además, se prohíbe la carga y descarga de mercancías en carriles bici, evitando que estos se bloqueen.

Críticas y puntos de discordia

Sin embargo, no todos los grupos políticos han respaldado la reforma. La concejal de Junts, Francina Vila, cuestionó su efectividad, afirmando que “no tendrá ninguna incidencia en la vía pública” y acusó al gobierno municipal de “no aprovechar la oportunidad para definir un modelo propio”.

Por su parte, el portavoz del PP, Juan Milián, criticó la falta de medidas como la matriculación obligatoria para los patinetes eléctricos y señaló que “no se plantean alternativas claras” ante las restricciones de estacionamiento para motos.

Desde Vox, Liberto Senderos acusó al gobierno municipal de no facilitar el uso de motos, afirmando que las limitaciones de velocidad en ciertas vías eran “ridículamente estrictas”.