Los Mossos, en alerta por el acuerdo de ERC y CUP para eliminar las balas foam:“Nos llevan al cuerpo a cuerpo”

“Si se retiran las balas foam, no nos van a dejar otra opción que el cuerpo a cuerpo, con lo que ello supone de riesgo para los agentes y los propios violentos. Si alguno de nuestros compañeros resulta herido, llevaremos a los responsables políticos ante los tribunales”.

La actuación de las Fuerzas de Seguridad en manifestaciones y concentraciones ilegales, como la que se intentó celebrar en Madrid el pasado sábado, está de actualidad, tanto por la efectividad del dispositivo desplegado en la capital de España como el acuerdo sellado entre ERC y la CUP de Cataluña en el sentido de retirar de la dotación de las unidades antidisturbios de los Mossos D’Esquadra (BRIMO y ARRO) las balas foam.

Servicios jurídicos en marcha

El Sindicato de Policías de Cataluña (SPC) han informado a LA RAZÓN de que sus servicios jurídicos van a presentar una consulta al Parlament para preguntar si está vigente la resolución de esta institución, acordada el 23 de diciembre de 2010, en el que se definían los Modelos de Seguridad y Orden Público y del Uso de Material Antidisturbios en Eventos de Masas.

Para este sindicato, dicha resolución no ha sido derogada y no puede ser sustituida por lo acordado en una reunión en un En despacho.

En la citada resolución se señalaba, entre otras cosas, que “el Gobierno debe garantizar que, en los protocolos redactados al efecto, la utilización de las pelotas de goma (ahora sustituidas por las balas foam) y de la plataforma de agua se conciban como herramientas de último recurso y que sólo se utilicen en situaciones graves de ejercicio de la violencia o en que exista un riesgo inminente para la integridad física o la vida de los ciudadanos y de los agentes de policía, o si se produce una importante destrucción de bienes”.

Sin medios para actuar a distancia

Una vez que se aclare qué normas están vigentes y si, definitivamente, se retiran las balas foam, la voluntad del sindicato es llevar ante los tribunales a los responsables políticos cada vez que un agente resulte herido durante la actuación en manifestaciones ilegales.

“En ningún país democrático se contempla que los agentes antidisturbios tengan que llegar al cuerpo a cuerpo para contener alteraciones del orden público. Se les dota de medios para actuar a distancia. Supone poner en peligro tanto a los agentes como a los que protagonizan las acciones violentas y una gran irresponsabilidad”.