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La historia se repite: atuneros vascos atrapados en Dakar y sin poder pescar buscan alternativas a Senegal en Costa Rica o Panamá

Miembros de las tripulaciones junto a dos de los barcos amarrados en Dakar.

Belén Ferreras

Bilbao —

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La historia se repite, y para mal. Cuatro atuneros vascos atrapados en Senegal sin poder pescar. Llevan más de dos meses sin faenar en un episodio casi idéntico al ocurrido en 2022. Entonces Senegal les retiró la licencia por desavenencias con la Unión Europea. Ahora se quedan en puerto porque no se ha renovado el acuerdo de pesca entre este país africano y Europa. Son los mismos barcos: el ‘Pilar Torre’, de armador en Bermeo aunque tiene base en Santander, el ‘Berriz San Francisco’, de Hondarribia, el ‘Iribar Zulaika’, de Getaria, y el 'Corona del Mar', de Bermeo, aunque con bandera francesa. Todos integrados en la asociación Dakartuna, que busca soluciones al límite para “no ir a la ruina”, dice su presidente, Miguel Ángel Solana. Este lunes se han reunido en Madrid los armadores, el Gobierno central y el vasco y la asociación Cepesca para poner sobre la mesa posibles salidas a la situación extrema en la que están. De momento, el Gobierno central se ha comprometido a “iniciar gestiones para que estos barcos puedan faenar en Costa Rica o Panamá”.

“La propuesta de pescar en estos países latinoamericanos es nuestra”, dice el presidente de Dakartuna. “Es la única salida que vemos, y ni siquiera sabenos si será posible, pero es la única salida que vemos porque de entrada desde la administración nos dicen que no a todo, incluido darnos ayudas para el desguace”, lamenta. El Gobierno están estudiando la posibilidad de otorgar a estos barcos una 'ayuda de minimis', que son aquellas con una cuantía que no necesita una autorización previa de la Comisión Europea. “Supondría una ayuda de 40.000 euros a cada barco”, según ha señalado el viceconsejero de Pesca, Leandro Azkue a la salida de la reunión. “Tener parados los barcos nos supone 55.000 euros mensuales”, recuerda el presidente de Dakartuna. “Una ayuda de 40.000 euros no nos solucionará el problema”, insiste, aunque reconoce que cualquier paso será bienvenido.

Tras la crisis de mayo de 2022, cuando se quedaron parados en Dakar y sin licencia, pudieron volver a la actividad en verano de ese año, después de que la Unión Europea firmase el acuerdo de pesca con Senegal. Sin embargo, en noviembre de esta año la Comisión Europea anunció que no se renovaría el Acuerdo de Pesca UE-Senegal, “debido a que autoridades senegalesas no están adoptando medidas necesarias para combatir pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR)”, por lo que “los barcos europeos deberán abandonar aguas de Senegal, y el país ya no recibirá ninguna contribución financiera en virtud de dicho Acuerdo”. En este momento empezó de nuevo el periplo de estos barcos para buscar zonas alternativas.

De momento las más viables son Costa Rica y Panamá, para lo que el Ministerio se ha comprometido a realizar gestiones. “El problema está en la carnada, el cebo que se necesita para pescar los túnidos a los que se dedican estos barcos. Podemos pescar los túnidos en Costa Rica, pero la carnada la tendríamos que pescar en Panamá, y no parece que esté muy por la labor”, dice Solana.

El cebo vivo que precisan para faenar ha sido uno de los principales problemas a los que se ha enfrentado la flota también en Senegal. Al tener vetado por parte del Gobierno senegalés entrar en la bahía de Han y proveerse de cebo vivo para faenar no pueden faenar tampoco en otras aguas. “En su día la Comisión Europea emitió un informe científico que demuestra el bajo impacto de la recogida de cebo en esa zona del caladero senegalés” recuerda Cepesca, pero desde la ruptura del acuerdo con la UE les impide la entrada.

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