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Virus del papiloma humano: la vacuna en niños, como arma electoral

Varias iniciativas políticas quieren incluir en el calendario vacunal a los varones, una medida que puede cobrar fuerza de cara a las elecciones para captar votos. Actualmente sólo se protege frente al virus del papiloma humano (VPH) a las niñas

Vacunar a los niños contra el virus del papiloma humano ayuda a eliminar la infección
Vacunar a los niños contra el virus del papiloma humano ayuda a eliminar la infecciónlarazon

La del virus del papiloma humano (VPH) es la primera, y de momento la única, vacuna existente capaz de prevenir un tipo de cáncer: el de cuello de útero o cérvix. Han pasado 12 años desde su aparición (11 desde su llegada y su aprobación en nuestro país) y ya hay estados en los que los efectos son más que notables: Australia, uno de los primeros en aplicarla, estima que eliminará este tumor en el año 2035 gracias a la eficacia del plan nacional de vacunación a niños y niñas, así como al programa de chequeos dirigidos a las mujeres a partir de los 25 años.

En España aún estamos muy lejos de ese objetivo pues, a día de hoy, la cobertura obligatoria sólo recoge la inmunización en las niñas, pero parece que la opción de ampliar su implementación a los niños cobra cada vez más fuerza. Prueba de ello son varias iniciativas políticas, como la moción presentada por el PP el pasado mes de diciembre en la que se reclamó la inclusión en el calendario de la vacuna frente al VPH en varones de 12 años, la proposición no de ley presentada hace unos días por Compromís en Las Cortes Valencianas en la que pidieron que los niños sean vacunados contra esta enfermedad al igual que lo son las niñas y, según fuentes consultadas, Ciudadanos tendría previsto incluirlo en su programa electoral en la Comunidad de Madrid.

Y, con las elecciones a la vuelta de la esquina, no sería de extrañar que la medida cobrara fuerza de cara a captar votos entre la ciudadanía.

El 75% de mujeres vacunadas

Actualmente, la del VPH es considerada la infección de transmisión sexual más frecuente a nivel mundial, de forma que el 80% de la población sexualmente activa, tanto hombres como mujeres, tendrá contacto con el virus en algún momento de su vida.

En nuestro país, a día de hoy, la vacuna está financiada únicamente en niñas de 12 años con una cobertura del 74,3%. «A nivel internacional, 12 años después de su comercialización, numerosos son los datos disponibles del impacto de la misma en la vida real. Dicho impacto se ha evidenciado a más corto plazo en las verrugas genitales y la prevalencia de la infección por los tipos VPH; a medio plazo en las lesiones precancerosas; y a largo plazo ya hay datos preliminares (de Finlandia) del impacto en el cáncer», asegura Federico Martinón-Torres, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico de Santiago.

Una de las últimas evidencias viene de Estados Unidos, donde un estudio ha revelado que, desde que comenzó la inmunización dos tipos del VPH (el 16 y el 18 que son responsables de aproximadamente el 70% de los cánceres de cuello uterino en el mundo) han disminuido notablemente. El trabajo, publicado en la revista «Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention», analizó más de 10.000 muestras archivadas entre 2008 y 2014 de mujeres de entre 18 y 39 años diagnosticadas con neoplasia intraepitelial cervical de grado 2 o 3 o adenocarcinoma (CIN2+) (ambas condiciones precancerosas que pueden surgir de una infección persistente por VPH y conducir al cáncer cervical) y vio que los dos tipos mayoritarios de VPH se habían reducido un 21%.

Aunque como apunta Amos José García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología y jefe de Sección del Servicio de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública de Canarias, «el impacto de la vacunación en España es aún pronto para valorarlo porque el desarrollo del cáncer de cérvix dura muchos años. Pero sí que hemos visto que ha impactado sobre otras patologías asociadas con su vacunación como las verrugas genitales, en las que se ha producido una disminución radical de éstas».

Pero el virus del papiloma humano, como decíamos, también afecta a hombres. Éstos pueden desarrollar cáncer relacionado con él en ano, pene y en cabeza, cuello y boca. (Ver gráfico). Además, la prevalencia de las verrugas genitales es similar en ambos sexos. Pero, a diferencia de lo que ocurre con el cáncer de cérvix, los que afectan al varón carecen de métodos de prevención secundaria y, además, se está observando un incremento en la incidencia de dichos tumores en los países desarrollados debido, probablemente, a la modificación de los hábitos sexuales.

Además, y como apunta Mar Ramírez, vicepresidenta de la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia (Aepcc) y miembro de la Unidad de Ginecología Oncológica y Patología del Tracto Genital Inferior del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, «no disponemos de métodos de cribado o detección precoz. En estos casos la vacunación frente al VPH se convierte, por tanto, en la única medida de prevención de estas lesiones en el varón». Y continúa: «En general, la prevalencia de la infección genital por VPH en hombres sanos parece ser tan alta, o incluso más, que en las mujeres, con un riesgo de adquirir la infección que no difiere con la edad, debido probablemente a la continua adquisición de nuevas infecciones a lo largo de la vida».

«Las vacunas frente al VPH han demostrado ser eficaces y generar protección de grupo, de forma que los varones se benefician de la inmunización de las mujeres. Sin embargo, sólo aquellos que tienen relaciones con las vacunadas pueden beneficiarse de este efecto protector de grupo, una ventaja que además se ve limitada en países con movimientos migratorios o un turismo elevado», añade Martinón-Torres.

Por todo ello, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría en su Calendario de Vacunación 2019, recomienda la vacunación sistemática universal frente al VPH tanto a chicas como a chicos preferentemente a los 12 años.

Y es que, dadas las herramientas preventivas disponibles, los objetivos de los programas de vacunación internacional han ido evolucionando. Si hace una década el fundamental era la prevención del cáncer de cérvix, en la actualidad el objetivo es el control del virus y la eliminación de las enfermedades relacionadas con el VPH. «Y para lograrlo es necesario desarrollar estrategias de prevención frente al VPH destinadas a la protección tanto de las niñas como de los niños. Esta propuesta es similar a la que se ha implementado para otras enfermedades infecciosas como la rubeola o la hepatitis B, a pesar de las diferencias en sus mecanismos de transmisión», continúa Martinón-Torres.

Y como apunta el experto, para conseguir controlar la infección por el VPH ,y potencialmente eliminar la infección por los tipos contenidos en las vacunas y sus enfermedades asociadas, se estima que es necesaria una inmunización tanto de las niñas como de los niños, con coberturas por encima del 80%.

¿Se puede eliminar?

«La inclusión de la vacunación en niños está en el debate científico, pero va a depender del objetivo de Salud Pública y de si se quiere disminuir la circulación del virus. A la larga cabe la posibilidad de erradicar la infección, como en Australia», subraya García Rojas. Aparte de Australia, hay otros 27 países en los que ya se están implementando programas de vacunación universal con buenos resultados. En Europa el primero en incluir la vacunación en niños fue Austria, y recientemente se han unido países como Reino Unido, Alemania o Italia. En España de momento, ha habido ciertos avances como la ampliación a la vacuna nonavalente en alguna autonomía, así como su extensión y a grupos de riesgo como hombres que mantienen sexo con hombres o prostitutas.

Sin embargo, y como concluye Martinón, «la vacunación frente a VPH del varón debe considerarse como una oportunidad estratégica de la Salud Pública que, además de proteger la equidad, permitiría acelerar la consecución del objetivo último que es la eliminación de los cánceres VPH».