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Quieren ser padres pero más tarde que ellas

El deseo de tener hijos de los hombres es incluso más fuerte que el de las mujeres solo que este anhelo es más tardío. La edad preferida para ellos ronda los 30-34 años frente a los 25-29 de ellas, según una encuesta, y nueve de cada 10 varones basan su decisión en el instinto paternal

Los hombres sienten un deseo mayor de tener hijos que las mujeres, superando en casi cuatro puntos la media femenina larazon

Los hombres sienten un deseo de tener hijos mayor que las mujeres, superando en casi cuatro puntos la media femenina (66,2% frente al 62,5%), solo que éste anhelo se presenta de forma más tardía en los varones que en ellas. Así concluye una encuesta, realizada a más de 1.000 personas en edad fértil de toda España y cuyos resultados se han publicado hoy con motivo del Día del Padre.

El instinto paternal existe, aunque sea menos evidente que el de la mujer porque se habla menos de él. Hoy en día que los hombres confiesen su deseo paternal empieza a considerarse un valor socialmente positivo y, sin embargo, hay mujeres a las que les pasa lo mismo que les sucedía a ellos antes: les cuesta confesar su instinto maternal porque parece que son menos modernas o peores profesionales”, explica Estefanía Pereira, coach de Fertilidad de la Clínica Fertility Madrid

Así, según la encuesta “Los hombres y la fertilidad”, promovida por la compañía farmacéutica Merck, el hombre se plantea la paternidad entre los 30 y los 34 años, mientras que en el caso de la mujer ocurre entre los 25 y los 29 años. La estabilidad laboral, el apoyo de un cónyuge y disponer de recursos económicos suficientes son factores que influyen en esta decisión en el varón, sin embargo 9 de cada 10 aseguran que el instinto paternal resulta determinante.

El tabú de la reproducción asistida

Pero cuando este objetivo se complica, otro dato relevante es que están menos dispuestos a recurrir a las técnicas de reproducción asistida (el 25,2% de ellos no lo haría, mientras que entre las mujeres este porcentaje se reduce al 17,5%). Así, en el hipotético caso de tener problemas de fertilidad, el 42% de los varones españoles preferiría no hablarlo con su familia ni con sus amigos y el 51% sentiría afectada su autoestima. Ello sería debido a que es un problema “que cursa con altos niveles de estrés, ansiedad, tristeza y frustración y genera un gran desgaste en la pareja debido principalmente a las discrepancias en la toma de decisiones y al coste económico que puede suponer afrontar este problema”, asegura Pereira, quien recomienda el apoyo de un psicólogo.

En la encuesta también se pone en evidencia que continúa habiendo prejuicios en torno a la reproducción asistida. Buen prueba de ello es que el 34,6% de los hombres afirma que si tuviese un hijo gracias a este tipo de ayuda preferiría no comentarlo y que el 60% rechazaría la opción del donante de semen (frente al 44% de las mujeres). “Psicológicamente, es más fácil gestionar una donación de óvulos que de semen, debido a que en la de óvulos la mujer sigue participando de forma activa en el proceso, la gestación y el parto, mientras que en la de semen la participación del hombre se ve limitada hasta el momento del nacimiento del bebé”, aclara la coach de fertilidad.

Por ello, como concluye la doctora Isabel Sánchez Magro, directora Médico de Merck, estas cifras demuestran que "todavía hay mucho trabajo por hacer para que estos temas se aborden con naturalidad y se normalicen en la sociedad, especialmente en el caso de los hombres”.