España envejece, cada vez registra una población con más ancianos y menos jóvenes. Tanto es así que justamente aquí, en nuestro país, es donde se encuentra la región con menos jóvenes de entre todos los estados miembros de la Unión Europea (UE), anotando el menor porcentaje de población por debajo de los 20 años.

Así se extrae de los datos emitidos por la oficina de estadística de la UE, Eurostat, en su análisis más reciente con cifras de 2023. En concreto, señala a Asturias, con un 14,4% de jóvenes menores de 20 años, como la región con el porcentaje más bajo de todas las que componen la Unión.

A nivel nacional y en el lado contrario, la ciudad autónoma de Melilla se erige con la mayor proporción de jóvenes entre sus habitantes, con casi un 28%, mientras que en la UE sobresale especialmente la región noroeste de Irlanda, con un 26,4% de jóvenes. En cualquier caso, cabe decir que esto ocurre en un contexto general de gran envejecimiento en Europa, aunque en el caso concreto del Principado la situación es todavía más pronunciada.

Variaciones en el desarrollo de la población en los países europeos

Las regiones con escasa población joven influyen en la reciente evolución de algunos países europeos. Por ejemplo, en Alemania, el envejecimiento varía significativamente entre los dos estados que se reunificaron después de la caída del Muro de Berlín, resultando mucho más envejecida la Alemania del este.

En España, la situación es inversa: entre el siglo XX y el XXI, ha habido un notable desarrollo y crecimiento en el arco mediterráneo y en el área metropolitana de Madrid, abarcando algunas provincias de Castilla-La Mancha, mientras que el noroeste (Galicia, Asturias y Castilla y León) ha sido relegado. En Francia, el norte es más joven que el sur, y, en términos generales, los países mediterráneos enfrentan un mayor envejecimiento en sus regiones en comparación con los países de Europa central.

La natalidad en cifras

Por otro lado, el Instituto Nacional de Estadística (INE) indicó que Asturias había experimentado un incremento del 1,92% en la primera mitad del año en cuanto a natalidad. Sin embargo, pese a las alzas puntuales que se han dado en periodos recientes, estos son insignificantes, demasiado bajos para poder compensar la elevada tasa de mortalidad debido al envejecimiento que sufre la región.

Fueron 368 nacimientos los registrados en julio en el Principado, sumando un total de 2.581 hasta mediados de agosto, mientras que se produjeron 8.998 defunciones, de acuerdo con los datos del INE. En cambio, si ponemos el foco sobre la edad de las madres asturianas, el grupo de 35 a 39 años fue el que más nacimientos tuvo en julio de 2024, con 115, por delante del grupo de 40 a 44 años, con 94 nacimientos.

Por su parte, aquellas madres de 30 a 34 años registraron un total de 62 nacimientos, mientras que las de 45 a 49 años tuvieron 53. En el grupo de edad de 20 a 24 años se dieron cuatro nacimientos, pero fueron seis en el caso de las madres mayores de 50 años.

A pesar de todas estas cifras, lo cierto es que Asturias sorprendió manteniéndose en la cifra del millón de habitantes e incluso experimentó un ligero aumento en su población. Esto fue posible por la llegada de personas de otras regiones, ya sean inmigrantes o asturianos que habían emigrado y regresan a su hogar.

Si prestamos atención a los datos propios del mes de agosto, se observa que Asturias ganó 990 habitantes en el segundo trimestre del año, en su mayoría de origen extranjero. Así, al comparar los datos de julio de 2023 con los provisionales de 2024, se aprecia que, a pesar de que el aumento de población es muy ligero, ofrece un halagüeño panorama teniendo en cuenta que se apoya en los grupos más jóvenes.