El pueblo completamente abandonado de Zaragoza que debes visitar el próximo puente

La construcción del embalse de Yesa en 1960 impactó enorme varias comunidades aledañas, especialmente en los pueblos de Escó, Tiermas y Ruesta, en la provincia de Zaragoza. El embalse fue un proyecto creado para abastecer de agua a las zonas del sur de Navarra y la Comarca de las Cinco Villas, pero también provocó el desalojo de cerca de 1.500 personas, cuyas casas quedaron sumergidas bajo el agua.

Como era de esperarse, con sus habitantes desplazados, estas localidades quedaron abandonadas, recubiertas por la maleza, la humedad y la vida silvestre. Pero, hoy en día estos lugares se han convertido en destinos fascinantes para quienes buscan historia, arquitectura y paisajes únicos en la comunidad aragonesa.

El pueblo abandonado de Ruesta

Ruesta, en particular, es un lugar que quedo devastado por el agua y el tiempo, pero sigue teniendo vida y significado, especialmente para quienes transitan por el Camino de Santiago. Situado en el tramo aragonés de la Ruta Jacobea, Ruesta es más que una aldea en ruinas; es una parada rodeada de un entorno natural que cautiva a quienes la visitan.

Aunque sus calles y edificios antiguos recuerdan un pasado de abandono, los esfuerzos por restaurar este sitio han permitido que el espíritu del pueblo renazca de la mano de iniciativas del Gobierno de Aragón y la Confederación Hidrográfica del Ebro. Gracias a estos proyectos, hoy se pueden ver en Ruesta dos antiguas casonas, Casa Valentín y Casa Alfonso, convertidas en albergues para recibir a peregrinos y viajeros.

Los albergues no son lo único atractivo de Ruesta. Los visitantes también pueden explorar los restos del castillo de Ruesta, una antigua fortaleza de origen musulmán compuesta por dos torres y murallas que aún se mantienen en pie. También se encuentra la ermita de Santiago, construida en el siglo XI. En la Edad Media servía como refugio para los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago.

Los paisajes y naturaleza de Ruesta

La historia de Ruesta es también la historia de la naturaleza en lucha con el hombre. El pueblo está situado en un paisaje impresionante, rodeado por el río Aragón y el barranco de Chesa, junto al embalse de Yesa, también conocido como “el mar del Pirineo” por su gran extensión y belleza. Este embalse no solo transformó la vida en Ruesta, sino que también ha creado un ecosistema particular en la región.

Su proximidad a lugares de gran valor turístico, como el monasterio de Leyre, el castillo de Javier, el Valle de Roncal y las foces de Lumbier, convierten a Yesa y sus alrededores en una zona de gran interés para quienes desean descubrir el patrimonio cultural y natural de Aragón.