Política
Ferraz lanza un nuevo «paracaidista» sobre Andalucía frente a Juanma Moreno
Pedro Sánchez habría elegido a Juanfran Jiménez como sustituto de Juan Espadas en el PSOE andaluz
Los pasos están marcados. Ferraz tratará de pactar una salida de Espadas al frente del PSOE andaluz, por más que el también portavoz de Sánchez en el Senado, de entrada, se aferre al cargo. El líder andaluz, hasta ahora, sólo ha tenido un amago de marcar una ruta propia con el conflicto de Doñana, que inmediatamente fue fagocitado por Moncloa, y para defender su continuidad. La incógnita es si Espadas, quien se define como una persona «a la disposición del partido» –así fue cuando aceptó enfrentarse a Susana Díaz en las primarias–tratará de apelar al «Manual de Resistencia» de Pedro Sánchez y pelear el puesto ante la militancia. El paracaidista elegido por el presidente del Gobierno es el número 2 de Santos Cerdán en el PSOE, el jiennense Juanfran Serrano, natural de Bedmar, de 36 años.
Nada más acabar el Congreso Federal del PSOE en Sevilla, el secretario general de la siempre influyente federación de Jaén, Francisco Reyes, dejó una miguita de pan: la imagen en las redes felicitando por su cargo orgánico a Juan Francisco Serrano, el favorito en las quinielas para suceder a Espadas y, al parecer, la opción a la que ha dado el visto bueno Pedro Sánchez. Fuentes socialistas aseguran que se trata del «candidato de consenso» de Ferraz, siguiendo la vía de Madrid para evitar debilitar aún más a una federación con un proceso interno, con lo que conlleva, y sin rumbo desde que perdió la Junta tras casi 37 años gobernando. Los críticos a Espadas llevan meses señalando que hace falta otra vía para tener opciones frente a la mayoría absoluta de Juanma Moreno y estaban a la espera de aunar voluntades en un candidato. En contra de Serrano, como le pasó a Espadas, estaría que no es diputado y no podría dar la réplica al presidente de la Junta en el Parlamento.
En lo que a la crisis orgánica se refiere, el secretario general del PSOE andaluz defiende que «los procesos de congresos y de primarias en el PSOE son procesos de la militancia». «Es importante seguir un proceso ordenado en el que cada cual puede manifestar su interés, y hacen falta dos cosas: candidatos y una propuesta seria que mejore la existente, que es la que estamos gestionando, y que al final salga una síntesis en la que tengamos un líder o una líder, un proyecto y un equipo», argumenta. Para Espadas, todo lo que no sea presentar un proyecto « forma parte del interés mediático». «Yo estoy haciendo mi trabajo, con la garantía de haber puesto a Moreno Bonilla, justo en el ecuador del mandato, contra las cuerdas, porque es incapaz de justificar haber desviado de forma, a mi juicio, absolutamente irregular, fondos públicos a la sanidad privada, durante dos años y por casi 300 millones», defiende.
El discurso de Espadas en el Congreso Federal del PSOE parió un cuadro de Antonio López. Fueron 22 minutos en los que el secretario general del PSOE-A quedó retratado en el hiperrealismo. Más allá de que no dio voz al debate con la única opinión crítica de Izquierda Socialista, el líder andaluz llamó a un «viaje al centro del corazón del PSOE» para frenar a la «derecha vestida de moderada de Moreno Bonilla». El lema del Congreso era «España adelanta por la izquierda». Pedro Sánchez tuvo referencias incluso para «nuestro querido Emiliano García-Page». A Espadas le dio las gracias «por la hospitalidad». Lo que le llega al presidente del Gobierno es que «Espadas no se deja ayudar». Curiosamente, Izquierda Socialista es el único grupo que ha salido en apoyo explícito de Espadas para no caer en un ciclo de oposición permanente como en Madrid. Andalucía aporta 61 diputados al Congreso y es clave en el futuro de Pedro Sánchez.