Peligro de extinción

Nacen por primera vez en España polluelos de cálao de la Bisayas

Es una de las especies más amenazadas de este grupo de aves: quedan unos 1.200 ejemplares en la naturaleza

Polluelo de cálao de la Bisayas
Polluelo de cálao de la BisayasLa Razón

Con sus picos ostentosos, plumaje colorido, llamadas estridentes y comportamientos inusuales, los cálaos son posiblemente uno de los grupos de aves más carismáticos de los trópicos. Pero sus particularidades no han evitado que la mayor parte de estas especies estén expuestas a su desaparición. Y entre ellas, el cálao más pequeño de Filipinas: el cálao de las Bisayas o también conocido como taríctico, de Filipinas.

Esta especie endémica de este conjunto de islas asiáticas está catalogada en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como “En Peligro” y se estima que no superan los 1.200 ejemplares en su hábitat. Unas cifras nada esperanzadoras, ya que esta entidad afirma que las próximas actualizaciones sobre ella podrían reflejar un descenso de su población y caer por debajo de los 1.000 individuos. Y en su protección trabaja BIOPARC Fuengirola desde 2015.

Consolidado como uno de los parques de animales más activos en la conservación de cálaos de España, BIOPARC Fuengirola está de enhorabuena con el nacimiento de dos polluelos de cálao de las Bisayas. Un hecho muy esperado por todo el equipo técnico del parque. El peculiar cortejo y puesta de los cálaos, sumado al gran carácter de estas aves, ha hecho que durante años las puestas hayan fracasado. La experiencia que han ganado estos años atrás, tanto la pareja que alberga como el equipo del parque, ha hecho que esta vez la puesta sí haya sido exitosa.

Se trata de un hito en la conservación de este cálao, ya que es la primera vez que un centro logra reproducir de forma exitosa a esta especie, convirtiendo a BIOPARC Fuengirola en el único en hacerlo.

En estos momentos, ambos polluelos y su madre se encuentran en un nido de madera que simula la cavidad de un árbol en la que estas aves construyen sus nidos en la naturaleza. Un nido que, tras la cópula, es sellado por la hembra desde el interior a excepción de un pequeño hueco, a través del cual el macho alimenta a la hembra durante todo el periodo de incubación y semanas posteriores a la eclosión de los huevos, a esta y a sus crías. Ahora los tres dependen, por completo, de los alimentos que les pasa el macho a través de esta ranura.

Durante estos días, los visitantes pueden contemplar cómo el macho facilita comida a la hembra por la única apertura del nido y cómo esta la coge para alimentar a sus pequeños. En las próximas semanas, el equipo espera que los polluelos estén preparados para salir a la instalación y convivir con ambos progenitores, ya fuera del nido. Cuando ocurra, el equipo vigilara todos y cada uno de los comportamientos que puedan darse como, por ejemplo, la posible agresividad del macho hacia los polluelos.

Desde el momento que la hembra entró en el nido, el equipo ha podido ver desde el exterior todo el proceso -puesta de huevos, incubación, eclosión y crecimiento de los pequeños- gracias a una cámara instalada dentro de este. Imágenes en directo que han permitido ver el estado de los tres cálaos y el comportamiento de la hembra y sus pequeños dentro de este.

El cortejo, puesta e incubación: el gran reto del equipo técnico

Parte del reto del equipo de Zoología y Veterinaria era afrontar todo el proceso reproductivo de estas aves, un periodo lleno de particularidades. Las hembras son muy selectivas, la estimulación que logre el macho es fundamental para que esta ovule y ponga huevos fertilizados. El cortejo se inicia con un juego de aleteo y un acercamiento entre ellos. Durante los días que dure este proceso, el macho coquetea con la hembra, juega con ella y le da pequeños ‘regalos’ en forma de alimento. Una vez que la hembra acepte al macho, se aparearán.

En el caso de los cálaos, el macho tiene que convencer a la hembra de que es el adecuado. En el caso de que finalmente haya una puesta, su vida y la de los polluelos dependerá al cien por cien de él. Será el responsable de alimentar y proteger a la hembra y a las crías. Si todo ha sido un éxito, la hembra se refugiará en la cavidad de un árbol para comenzar la puesta.

Como se indicaba anteriormente, este particular proceso y los pasados fracasos han hecho que el equipo realice mejoras tanto en la junta de estos cálaos como en sus instalaciones, por ejemplo, modificando el sustrato del nido y el aporte de materiales a los dos ejemplares para su construcción, alternando las otras especies de aves que conviven con ellos o incluso, en esta ocasión, dejando sola a la pareja durante todo el proceso.

Ahora el equipo de Zoología está volcado en la alimentación del macho, aportando alimentos cada hora para que este pueda facilitárselos a la hembra. El aporte de extra de comida a la habitual dieta de estas aves se ha visto incrementada en las últimas semanas y modificada teniendo en cuenta las posibles necesidades de los pequeños polluelos que aún se encuentran en el nido.

Cuatro programas de conservación diferentes dedicados a los cálaos

En 2018, Bioparc Fuengirola ampliaba el número de programas de conservación 'ex situ' en los que participaba dentro de la EAZA con tres EEP dedicados a la preservación y protección de tres especies de cálaos: el cálao bicorne, el cálao de Papúa y el cálao gorginegro. Estas se sumaban al trabajo ya realizado con el cálao de las Bisayas. De esta forma, el parque de animales malagueño se sitúa como uno de los más activos de España en la conservación de estas exóticas aves, albergando cuatro de las dieciséis especies descritas hoy día, todas ellas amenazadas.

Los cálaos están amenazados por la destrucción de su hábitat. La tala de grandes áreas de selva tropical ha menguado los bosques de los que estas aves dependen para reproducirse y obtener alimento y refugio.