Opinión | Méritos e infamias

Juanma, alcalde

“Hay que ver lo bien que lo ha contado este hombre y lo tranquilo que te deja”, comenta el conductor tras escuchar a “Juanma”

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en Benamargosa (Málaga)
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en Benamargosa (Málaga)EfeAgencia EFE

Mientras Carlos Mazón se empeña, entre balbuceos, por extender la responsabilidad del desastre de la gestión de la DANA a la Administración central en su partido ya ajustan el dial para que no haya ni una interferencia, para que todo salga claro, meridiano y justo si es que aparece una nube a quinientos kilómetros de la costa. Seguro que Antonio Sanz, el más listo de todos, calibra la maquinaria de la Administración andaluza de tal forma que no exista ni la más mínima improvisación. Bien que hace, porque de la desgracia valenciana hemos aprendido, entre otras cosas, que no se puede esperar que el agua avise, porque cuando te das cuenta de que te llega por los tobillos ya es tarde. Decía lo de Mazón, pensando en las intervenciones del presidente andaluz, Juanma Moreno, durante esta semana en la que varias zonas de Málaga, principalmente, se vieron afectadas por las tormentas. Desconozco la estrategia de comunicación, si es que existe, pero el efecto desde el altavoz de la radio de un taxi en la capital andaluza mientras llueve a mares es inapelable. “Hay que ver lo bien que lo ha contado este hombre y lo tranquilo que te deja”, comenta el conductor tras escuchar a “Juanma” pedir prudencia ante el aviso de alerta roja. Me recordó a la sensación que tuvimos cuando el médico Jesús Aguirre, “Consejero “Bolondrón”, nos explicaba cómo hacer frente a la Covid con la misma naturalidad y cercanía que si estuvieras en el centro de salud de tu pueblo. Un éxito total de comunicación, ya digo, en un momento trágico que quebró la confianza en el poder a medida que los muertos se contaban por miles. Creo que Juanma Moreno va seguir convirtiéndose cada vez que haga falta en “Bolondrón”, porque gran parte de su éxito en las urnas descansa en una cercanía, en una suerte de alcalde de Andalucía, sin depender de las siglas y alejado de las inquinas madrileñas de su partido. No hay nada mejor que un buen alcalde de esos que convence hasta a la oposición.