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Agricultura

La vendimia se adapta a la falta de mano de obra

Manuel Manzano, vocal del Consejo del Marco de Jerez, celebra una vendimia con «mayor producción y más calidad»

La vendimia se adapta a la falta de mano de obra Ep

Avanza agosto y la actividad en los viñedos del Marco de Jerez se intensifica. Como viene sucediendo desde hace unos años, las altas temperaturas han vuelto a propiciar el adelanto de una faena que, según las previsiones del Consejo Regulador del Marco de Jerez, intensificará su ritmo a partir de la segunda quincena de este mes, cuando la vendimia sea una realidad en la práctica totalidad de las hectáreas, 6.873 (prácticamente, las mismas que en 2023).

Serán casi dos meses (el año pasado se dilató hasta el 15 de septiembre) de duro trabajo para arrancar de este territorio de vides milenarias las uvas con las que elaborar muchos de los vinos y vinagres más prestigiosos del mundo, los de la denominación de origen Jerez-Xérèz-Sherry-Sanlúcar de Barrameda y Vinagre de Jerez.

Dos meses en los que, debido a la mayor pluviosidad y el escaso protagonismo de las enfermedades, se espera que la producción se incremente en torno a un 10 o un 15% respecto a la pasada campaña, cuando se vendimiaron casi 50 millones de uvas y, ya entonces, supuso un aumento del 12,3% respecto a la temporada de 2022.

Como es habitual, en estas primeras jornadas la vendimia se está escenificando en los viñedos de interior. En esos en los que, debido a las mayores temperaturas, se han alcanzado las graduaciones exigidas por la reglamentación de las denominaciones de origen (mínima exigida, 10,5º Baumé), para después continuar por los viñedos más cercanos a la zona litoral, caso de localidades como El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda o Chiclana de la Frontera.

Vendimia en la que adquieren protagonismo tanto las grandes extensiones, esas que abastecen a las bodegas con proyección nacional e internacional, como las medianas y pequeñas, con mayor incidencia en las cooperativas, que también son parte importante del Marco de Jerez, con vinos de gran singularidad y calidad.

«Si todo sigue así, nosotros comenzaremos a vendimiar a partir de los días 21 o 22», señala Manuel Aragón, presidente de la Cooperativa de Viticultores de Chiclana, vocal del Consejo Regulador del Marco de Jerez y una de esas personas que mayores conocimientos atesora sobre un cultivo que siente desde muy niño.

«Las previsiones en el Marco son muy buenas y, en mi opinión, nosotros disfrutaremos de un incremento de producción de en torno al 10%. Además, la calidad que presenta la uva es excelente; mejor que la de la pasada campaña», en la que la sequía era más acuciante que ahora –lo que no significa que no exista–.

Aunque en el caso de la Cooperativa de Viticultores de Chiclana las vides, de dimensiones pequeñas o medianas, la gran mayoría serán vendimiadas por las mismas familias; otras grandes extensiones «no lo tendrán tan fácil» a la hora de disponer de temporeros, pese a que, finalmente, la vendimia logró disipar la amenaza de huelga previa a la campaña.

«La falta de personal es algo a lo que nos hemos tenido que acostumbrar tanto aquí en Chiclana como en el resto del Marco de Jerez», explica. «Si bien es cierto que aquí ese problema solo afecta a tres grandes extensiones, éstas las pasan canutas para encontrar a esos vendimiadores que les permitan recolectar la uva».

«En mi opinión», analiza, «esto sucede porque, desgraciadamente, el campo y su trabajo cogieron hace tiempo una fama no muy buena, ya que, por lo demás», resalta, «las condiciones que se les ofrecen a los vendimiadores son buenas».

«El campo», añade, «aún sufre las consecuencias que, sobre todo en localidades como Chiclana, tuvo el boom del ladrillo. En aquella época muchos trabajadores del campo se cambiaron a un sector que, obviamente, daba mayores beneficios». «Lo mismo nos ha sucedido con el sector servicios, mermando de mano de obra, sobre todo joven, al campo».

«No obstante, podemos decir que hoy por hoy el sector goza de una buena salud. En nuestro caso, incluso nos hemos visto reforzados con nuevos viticultores y, además, la comercialización marcha bien, con expectativas de poder ir creciendo a nivel nacional e internacional», narra antes de una campaña optimista.

Hay que señalar que, como es habitual, además de las labores de control y vigilancia realizadas por la institución y por la Fundación OECCA, el Consejo Regulador vuelve a contar esta campaña con la inestimable colaboración de la Guardia Civil para asegurar el cumplimiento de lo establecido en la reglamentación de las denominaciones y, en última instancia, para garantizar a los consumidores la autenticidad de los vinos y vinagres amparados por las denominaciones.

El Consejo Regulador ha repartido las guías de circulación a todos los viticultores inscritos, que suman casi 1.500 titulares y más de 2.000 explotaciones.