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Política

La Línea reactiva su petición para ser «ciudad autónoma» con el incidente del buque

Gibraltar considera que la situación ya es «estable» y entra en «fase de recuperación»

Imagen del buque granelero “OS35”, varado en la costa al Este de Gibraltar. EFE/Gobierno de Gibraltar .Gobierno de Gibraltar/EFE

Las horas pasan y, después de ocho intensos días, la situación generada por el incidente entre el granelero OS 35 y el metanero Adam LNG mientras maniobraba para salir del puerto de Gibraltar se va estabilizando poco a poco.

Estabilidad que, ni mucho menos, lleva aparejada la palabra tranquilidad ya que los vertidos y sus daños están ahí y, lo que es peor, este incidente no ha hecho otra cosa que volver a poner sobre la mesa la situación de riesgo que se vive en la zona; la incertidumbre que existe en temas medioambientales con la vecina Gibraltar y, en gran parte, la situación de singularidad a la que se refiere el Ayuntamiento de La Línea para defender su conversión en ciudad autónoma.

En este contexto, su alcalde, Juan Franco, retoma su petición para que su municipio reciba un trato diferencial. Aunque admite que «este asunto no tiene que ver directamente, a priori, con temas que hemos planteado, llámese ciudad autónoma, tratamiento fiscal diferencial y demás», en declaraciones a LA RAZÓN apunta que «sí se pone de relieve que nuestra ciudad cuenta con una situación completamente diferenciada a la del resto del territorio nacional».

«Se manifiesta» explicaba, «lo que estamos planteando: que las circunstancias que se esgrimen en el artículo 144 de la Constitución para constituir como comunidades autónomas territorios inferiores al ámbito territorial, al provincial, una vez más se ponen de manifiesto. Y no es que lo digamos nosotros, es que ahí están los hechos».

«Nos encontramos con un barco de bandera extranjera, que sale de un puerto en el que hay otra jurisdicción y nos vemos ahora con un problema medioambiental que nos está afectando directísimamente». «Por tanto», concluía, «para estas cuestiones debe plantearse una respuesta diferente a la que ahora mismo se está dando».

El alcalde Juan Franco atiende a los medios. Nono RicoNono RicoNono Rico

Esta petición ha sido rechazada de plano tanto por el Gobierno andaluz como por el Gobierno de España. Pero el alcalde no se rinde y, mientras tanto, mira muy de cerca lo que ocurre en el Reino Unido, donde la conservadora Liz Truss acaba de tomar el relevo de Boris Johnson como primera ministro y, por tanto, como nueva «guía» británica de los «flecos» de un Brexit que afecta directamente a la localidad gaditana.

«Espero y confío que el cambio de Gobierno en el Reino Unido sirva para dotarlo de mayor estabilidad; que de una vez por todas fije su postura y que se termine de cerrar el acuerdo de salida del Reino Unido del marco de la Unión Europea». Marco en el que «como protocolo de entendimiento», señalaba a este periódico el regidor linense, «uno de los anejos que lleva este acuerdo es el relativo a medioambiente».

«Protocolo», añadía, «esencial, a la vista de las consecuencias que puede tener para la protección del medio ambiente, la salud y otras cuestiones tales como, por ejemplo, la pesca».

Precisamente, en relación a la situación creada en el sector pesquero por los vertidos del OS 35, apuntaba que «estamos con el cierre de los caladeros desde el día 2. Qué quiere decir esto, pues que ahora mismo la incidencia, entre comillas, no es especialmente grave, pero si hay que estar muy preocupados por los derroteros que puede tomar este asunto. De hecho, estamos en contacto con la Junta de Andalucía, que nos ha informado que se están llevando a cabo análisis de hidrocarburos. Esperemos que estos salgan negativos y que se pueda retomar la situación pesquera».

Mientras tanto, las autoridades gibraltareñas pasaron ayer de «fase de emergencia a fase de recuperación» porque la situación estaba «estable» e insistían en que «la mayor parte del combustible ya ha sido extraído del buque». En cuanto a la retirada del combustible, Gibraltar indicó que se está trabajando, en la medida de lo posible, para consolidar el combustible que queda en varios depósitos pequeños en el tanque de diésel vaciado anteriormente a estribor y bombearlo a la barcaza de lodos.