Arqueología
El tesoro romano de El Zaudín alcanza “proyección internacional” con ponencias, artículos y consultas en Europa
La catedrática Francisca Chaves destaca el creciente “interés” de la comunidad científica mundial por el fabuloso conjunto de monedas hallado en Tomares
Con motivo del quinto aniversario del hallazgo en Tomares (Sevilla) del “tesoro” de 19 ánforas cargadas de monedas romanas, en el marco de las obras de acondicionamiento del parque periurbano de El Zaudín, la catedrática de Arqueología de la Universidad Hispalense Francisca Chaves ha señalado la “proyección internacional” del mismo en el ámbito de la investigación científica, con artículos en revistas especializadas, consultas de investigadores extranjeros y ponencias en diferentes ciudades de Europa.
Fue el pasado 27 de abril de 2016, recordémoslo, cuando las obras promovidas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y el Ayuntamiento de Tomares en el olivar de El Zaudín para acondicionarlo como un nuevo parque público propiciaron este descubrimiento arqueológico.
En concreto, durante estos trabajos, la pala de una máquina retroexcavadora arrastró en una de sus acometidas parte de un conjunto de 19 ánforas enterradas bajo el firme, diez de las cuales resultaron fragmentadas o afectadas por el impacto de la pala mecánica.
El hallazgo de estas 19 ánforas repletas de monedas de bronce constituye el mayor descubrimiento arqueológico de los últimos tiempos en la provincia de Sevilla y de los más importantes en el ámbito estatal, toda vez que su localización tuvo un impacto de carácter mundial al hacerse eco medios de comunicación de no pocos países.
Una posterior excavación arqueológica del lugar supuso el hallazgo de 105 monedas más enterradas al margen de las ánforas, sumando el conjunto del tesoro unas 53.208 piezas o ‘nummi’ de bronce, según cálculos del equipo científico encargado de su investigación, pues nueve ánforas siguen aún cerradas. En paralelo, el conjunto del tesoro ha sido valorado en 468.230 euros por una comisión de expertos constituida para tal fin.
LA TETRARQUÍA
La cronología de las monedas, todas ellas de bronce aunque con pequeños contenidos de plata, ha sido fijada entre los años 294 y 312 de la era actual, es decir entre finales del siglo III y comienzos del IV.
Así, el “tesoro” se encuadra en el periodo de la Tetrarquía del Bajo Imperio Romano, un sistema de gobierno instaurado por el emperador Diocleciano en el año 293 y marcado por la conflictividad, al ser dividido el poder entre dos augustos y dos césares, hasta que en el año 313 el gobierno fue reunificado en torno al augusto Constantino.
Transcurridos cinco años desde el hallazgo del citado “tesoro”, depositado en el Museo Arqueológico de Sevilla para su investigación, la catedrática de Arqueología del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Francisca Chaves ha manifestado a Europa Press que el descubrimiento de este conjunto de monedas romanas ha tenido una “gran repercusión” en la comunidad científica internacional, señalando el creciente “interés” por parte los expertos en numismática.
Más allá del eco del hallazgo en los medios de comunicación, según ha explicado, tan sólo dos días después del mismo entró en contacto con ella un responsable de la revista Consejo Internacional de Numismática, especializada en la materia y de ámbito mundial, como “primer impulso” a la proyección del descubrimiento en el plano científico.
INTERÉS ENTRE LOS INVESTIGADORES
Del mismo modo, según Francisca Chaves, entraron en contacto con ella el doctor S. Garrafo, que en Italia estudia el gran tesoro de Misurata, descubierto en Libia en 1981, al detectar “ciertas coincidencias” entre ambos conjuntos monetarios; y el doctor B. Callegher, quien también investiga un tesoro de la misma época hallado hace tiempo en Eslovenia.
Si bien todos estos “tesoros” comparten series monetarias encuadradas en la Tetrarquía, la particularidad del conjunto de ‘nummi’ hallado en Tomares, según esta catedrática, es que el mismo “se cierra con monedas emitidas hasta el año 312, es decir hasta la victoria de Constantino sobre Majencio”, tratándose de piezas ajenas a “la reforma de Constantino, que originaría un notable descenso de peso, plata y calidad en las monedas siguientes”.
“Es decir que la horquilla (cronológica) de nuestro tesoro no es la más habitual, porque tampoco contiene las pequeñas monedas anteriores a Diocleciano que perduraban en uso todavía a finales del siglo III”, precisa Francisca Chaves.
CONFERENCIAS Y COLOQUIOS
En cualquier caso, ha detallado que “el impacto” del hallazgo se ha traducido hasta el momento en la mencionada publicación en la revista del Consejo Internacional de Numismática, un coloquio inicial en Sevilla sobre las aleaciones de las monedas de este tesoro; varias conferencias también en la ciudad hispalense, así como en Málaga y Valencia; un artículo en la revista italiana de numismática ‘Annali’ a instancias de la misma; otra conferencia en Aquileia (Italia) para la Universidad de Trieste; un coloquio más con investigadores de tesoros similares con “abundante número de monedas”, y una petición de la Universidad de Viena (Austria) para una ponencia sobre los avances de la investigación, intervenciones todas ellas a manos de la catedrática Francisca Chaves.
“Este tesoro ha despertado mucha expectación”, ha asegurado Francisca Chaves aludiendo al creciente “interés” de la comunidad científica internacional respecto a este gran conjunto de monedas de época romana.
Añade también que hay en ciernes “un nuevo artículo” para un congreso en Burdeos (Francia) y una Conferencia en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, además de la preparación de un libro sobre la primera parte del trabajo realizado en las ánforas.
EL TESORO DE EL ZAUDÍN EN ITALIA
Y es que este tesoro constituye una “importante fuente de datos acerca del numerario” en circulación en un periodo histórico tan “interesante” como el de la Tetrarquía, despertando especial interés entre los investigadores italianos, según ha asegurado esta catedrática de Arqueología.
En todo esto incide, según ha remarcado, que por “suerte” la Universidad de Sevilla cuenta con especialistas en numismática, extremo que “no ocurre en todas las universidades españolas”.
Al punto, ha destacado el papel jugado en la catalogación e informatización del tesoro por el equipo de numísmatas conformado por Ruth Pliego, Noé Conejo y Urbano López. De su estudio se ocupan, además de ella misma, el profesor de Arqueología Enrique García Vargas, cuyo profundo conocimiento de la economía y sociedad de la época “es un valioso soporte” y con un proyecto de investigación I+D+I en marcha en torno al tesoro.
Ello, con la “importante labor” del Museo Arqueológico y su equipo y la colaboración del Centro Nacional de Aceleradores con el profesor Miguel Ángel Respaldiza al frente. Empero, Francisca Chaves no ha ocultado su demanda de más dotación de recursos y de personal, para continuar con la investigación de este tesoro de “proyección internacional”.