Desaparición de Gabriel
Giro en el caso del niño Gabriel
Los progenitores creen que hubo “ensañamiento” y que el jurado popular no lo consideró por las opiniones de la magistrada
El juicio de Ana Julia Quezada, condenada a prisión permanente revisable, podría repetirse. O eso quieren ahora ambas partes: defensa y acusación. El motivo difiere, eso sí, aunque también tiene un nexo en común: la magistrada. El abogado de la acusación particular de los padres del pequeño Gabriel Cruz, Francisco Torres, ha solicitado repetir el juicio tras haber pedido su nulidad. ¿El motivo? «Porque aunque –la sentencia– nos dé la razón en todo, no nos la dieron en el ensañamiento. Y fue clarísimo», afirmó ayer Francisco Torres a este periódico.
El letrado se refiere a aquello en lo que hizo especial hincapié durante el juicio, que Gabriel, el pequeño de ocho años asesinado por Quezada en 2018 en Rodalquilar (Níjar, Almería) sufrió: «Estuvo entre 45 y 90 minutos agonizando», alegó el letrado ante la sala. «Mató haciendo sufrir al niño», afirmó durante la exposición de sus conclusiones ante el jurado popular antes de que deliberase. Torres siempre ha defendido que podía haber sobrevivido si Ana Julia hubiera llamado al 112, ya que las lesiones que le causó le provocaron «un estado comatoso antes de que fuera asesinado».
Hoy, está previsto que Francisco Torres explique en rueda de Prensa los motivos de su recurso de apelación, 68 folios contra el fallo, presentado al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, en el que el letrado asegura que la motivación que da el jurado no está argumentada cuando descartaron que Quezada se ensañase con el menor. Hoy «explicaré el motivo del recurso. Que la defensa de Quezada recurriera no ha sido el principal motivo», aseveró a LA RAZÓN no sin antes mostrarse tajante en que «no hay ninguna posibilidad de que Quezada quede en libertad».
Pericial médica
Y es que aunque en principio no recurrieron, estaban convencidos del error del fallo al negar la pericial médica que fue aportada por la acusación particular. En este sentido, cabe recordar que fue la propia fiscal Elena Fernández Lora la que desacreditó dichos informes médicos en sala al decir que «el niño sufrió, claro que sufrió», pero no existe ese agravante. No pueden «inventarse hechos que no han quedado probados», tras lo cual destacó el testimonio de los peritos forenses del Instituto de Medicina Legal que describen los hechos como «un acto único».
Este escrito llega tiempo después de que la defensa de Quezada, ejercida por Esteban Hernández Thiel y Beatriz Gámez, presentase su recurso el pasado 23 de octubre, en el que se alegaba «parcialidad de la presidenta Alejandra Dodero a la hora de dar instrucciones al jurado», recordaron ayer desde el bufete de Thiel.Un recurso del que ya avanzó Thiel en las puertas del Juzgado tras la sentencia: «El resultado era casi previsible, pero técnicamente hay cuestiones que no podemos compartir y obviamente creemos que hay base para un recurso que interpondremos».
En definitiva, todo un giro en un caso que, salvando el recurso de Quezada, se daba ya por cerrado y que tienen ambos escritos un nexo en común: las indicaciones de la magistrada Alejandra Dodero a los integrantes del jurado popular antes de deliberar. Para la acusación particular, la magistrada inclinó, por un error, más la balanza sobre la tesis de la fiscal antes descrita: un asesinato con alevosía pero sin ensañamiento, dando así instrucciones parciales al jurado, según adelantó «La voz de Almería», información que la madre del menor retwitteó. Este periódico se puso en contacto con los portavoces de los padres de Gabriel para tratar de entender el giro del caso y nos aplazaron a la rueda de Prensa que habrá hoy.
Con respecto a la actuación de la Presidencia del tribunal, la acusación particular señala, en coincidencia con los argumentos de la defensa, que las instrucciones dadas a los miembros del jurado fueron "parciales" y que "consecuentemente se les sugirió que era lo más adecuado". "Entendemos que se sugirió o se indujo el veredicto", mantiene.
Cuestiona, así, el ejemplo con el que la magistrada Alejandra Dodero quiso ilustrar a las siete mujeres y dos hombres de jurado popular sobre qué es ensañamiento "después de advertirles de que solo lo pedía la acusación y no el fiscal" ya que, según remarca, "subió tanto el listón que la sensación que le queda al profano en derecho es que si no te cosen a puñaladas, te cortan el dedo o la lengua y te lo enseñan, no hay ensañamiento".
El letrado Francisco Torres apunta a que, a continuación, la presidenta "indicó cómo debían valorarse las dos periciales médicas" y cómo resolver el hecho de que fueran "contrapuestas". "La motivación que dan los jurados, dando más veracidad a los informes y declaraciones de los médicos forenses no es que nos parezcan más o menos convincentes; es que no hay argumento. No es que sea insuficiente o inapropiada; es que es difícil cualquier conjetura a la vista de las instrucciones de la presidenta", remarca.
El recurso concluye afirmando que "hay ensañamiento porque el calado de las lesiones que sufrió Gabriel añaden un plus de sufrimiento, a todas luces, innecesario y en vida" y que la motivación que da el jurado para rechazarla "no está argumentada porque ha sido, aunque no deliberadamente, directamente inducida por las instrucciones de la magistrada-presidenta".
"Por eso no pueden argumentar y se limitan a decir que optamos por la de los forenses, sin argumentos, por inducción en las instrucciones de la magistrada, lo que supone una vulneración de la tutela judicial efectiva", finaliza.
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