Ni con una servilleta ni con un trapo: la única forma de desinfectar por completo las latas de refrescos

Abrir una lata de refresco y beber directamente de ella es un acto tan cotidiano que pocos se detienen a pensar en los peligros que podría conllevar. Sin embargo, un experimento reciente ha revelado algo inquietante; las superficies de estas latas, aparentemente limpias, son un caldo de cultivo para bacterias y hongos. ¿Estás seguro de que estás tomando tus bebidas de forma segura?

Un experimento que abre los ojos

Un investigador decidió comprobar si las prácticas más comunes para limpiar las latas antes de consumirlas realmente eliminan los microorganismos. El resultado de su estudio podría cambiar tus hábitos para siempre.

El experimento consistió en analizar cuatro métodos de limpieza:

1. Una lata sin limpiar.

2. Una lata frotada con ropa.

3. Una lata limpiada con una servilleta seca.

4. Una lata desinfectada con alcohol.

Cada muestra se sembró en placas Petri y se incubó a 28 grados Celsius durante 24 horas. Los resultados fueron claros, las latas sin limpiar o frotadas con ropa presentaron un crecimiento alarmante de bacterias y hongos. Incluso aquellas limpiadas con una servilleta no estuvieron completamente libres de microorganismos. Solo las latas desinfectadas con alcohol mostraron superficies limpias y seguras.

¿Por qué es tan importante?

Las latas de refresco pasan por innumerables procesos antes de llegar a tus manos: almacenamiento en bodegas, transporte en camiones y exposición en tiendas. Estas superficies pueden acumular desde polvo y grasa hasta fluidos de animales. Consumir una bebida directamente de una lata contaminada podría exponerte a infecciones gastrointestinales e intoxicaciones.

Así puedes protegerte

Para evitar riesgos innecesarios, adopta estas prácticas al consumir bebidas en lata:

1. La clave está en el alcohol

Limpia las latas con toallitas desinfectantes a base de alcohol antes de abrirlas. Este método es rápido, fácil y, lo más importante, efectivo.

2. Evita métodos ineficaces

Olvídate de frotar la lata con tu ropa o usar servilletas secas. Estos métodos no eliminan los microorganismos presentes en la superficie.

3. Usa pajitas o vasos

Si no tienes acceso a desinfectantes, opta por verter la bebida en un vaso o utiliza una pajita para minimizar el contacto directo con la lata.

4. Limpia antes de almacenar

Si compras las latas en grandes cantidades, límpialas con agua y jabón antes de colocarlas en tu refrigerador. Este hábito reduce la carga de bacterias y suciedad acumulada.

Un hábito que te protege

Aunque pueda parecer una medida extrema, limpiar adecuadamente las latas antes de beber no solo es un gesto de higiene, sino una forma de proteger tu salud. Los microorganismos que se encuentran en estas superficies podrían ser más dañinos de lo que imaginas.

La próxima vez que sostengas una lata en tus manos, detente por un momento y piensa: ¿está realmente limpia? Quizás esta pequeña acción sea lo único que se interpone entre tú y un problema de salud innecesario.